La china Baidu, el Google chino, ha anunciado este verano un nuevo paso para la revolución tecnológica de los próximos años. Ha puesto en marcha el primer ordenador cuántico de acceso abierto. Qian Shi, que es como ha sido bautizado, es un paso para la integración ‘hardware’, ‘software’ y aplicaciones, con posibilidad de acceso externo a través de un simple móvil. Fue en el 2019 cuando Google anunció sin excesivos bombos y platillos que había alcanzado la supremacía cuántica mundial. Describía haber diseñado un artilugio capaz de realizar un cálculo imposible para un ordenador convencional, un ordenador cuántico. El ordenador cuántico maneja en sus operaciones qbits (valor 1, 0 y ambos a la vez), lo que pone en jaque la base de la encriptación actual. La banca debe prepararse y buscar de manera inmediata nuevas formas de encriptación, más allá de la actual doble confirmación de identidad. Y tras el qbit bidimensional cuántico se anuncia el qdit o valor multidimensional, que se adapta más a la estructura compleja del universo y abre nuevas posibilidades de análisis de datos.

Tras aquel anuncio en el 2019, con sigilosa eficiencia, China parece tomar la delantera tecnológica mundial. No solo en el diseño y producción de micochips, también en el desarrollo de las nuevas fronteras de la computación. En el marco de la Conferencia Quantum Create 2022 celebrada en Pekín, el anuncio de la prueba real de un ordenador cuántico pone patas arriba a la industria tecnológica. Qian Shi es un superordenador cuántico de desarrollo propio con una potencia de 10 bits cuánticos o qbits, lo que supone menos que otros desarrollos en pruebas como el de Google (53 qbits) e IBM (127 qbits). Pero China quiere acelerar el desarrollo y llevarlo de la experimentación a la informática práctica. Un ordenador cuántico abre nuevas fronteras en el campo de la inteligencia artificial, biología computacional, simulación de materiales y tecnología financiera.

Lo más alarmante es que el desarrollo computacional de China apunta a soluciones de 'software' propias que podrían ser de difícil adaptación a la comunicad científica del resto del mundo, aunque los impulsores de Qian Shi aseguran que brindarán acceso a varios chips cuánticos a través de una app, un PC y la nube. El director del Instituto de Computación Cuántica de Baidu Research, Runyao Duan, aseguró que el ordenador permitirá crear algoritmos cuánticos y utilizar la potencia de la computación cuántica "sin tener que desarrollar un 'hardware' cuántico específico, sistemas de control o lenguajes de programación". Pero las dudas que genera el interés chino de controlar la tecnología se mantienen.