El calor, el mar y la piscina son enemigos naturales de nuestro Smartphone. Por eso, en verano los riesgos aumentan. Por ello, es importante saber cómo reaccionar en caso de que se nos caiga el móvil al agua, con el fin de evitar su trágico destino.

Sácalo rápido del agua

Retirar el teléfono del agua lo más rápido posible es crucial, ya que cuanto menos tardemos más oportunidades habrá de recuperarlo. Una vez fuera del agua no lo enciendas en ningún caso. Deberás resistir la tentación de comprobar si tu dispositivo funciona, pues esta acción podría dañarlo por completo.

Si tu teléfono está encendido extráele la batería de forma rápida, puesto que los contactos eléctricos del celular en conexión con el agua que ha entrado pueden provocar un cortocircuito. Cualquier cosa que se pueda quitar del móvil, como carcasas, fundas, tapas, conector externo, quitásela.

Retira el agua para evitar la corrosión

Meter el teléfono en arroz es todo un clásico. Existen los que son susceptibles a este método, sin embargo, el truco del arroz funciona. Aun así, la efectividad del arroz dependerá de cuánto tiempo haya estado el dispositivo sumergido y del tipo de líquido en el que se haya dado el baño. En este aspecto, el agua del mar, al estar salada, aumenta la posibilidad de corrosión y limita la eficacia del arroz.

A pesar de que el arroz es el material absorbente más cómodo y accesible, existen otras muchas alternativas que pueden lograr una mayor efectividad. La arena de gato, la arena de la playa, el gel de sílice o los copos de avena son otras de las opciones existentes.

Mete el teléfono dentro de uno de estos ingredientes y déjalo durante un período de entre 24 y 48 horas seguidas para asegurarnos bien. Conviene rotarlo de vez en cuando para que se absorba la humedad en todas partes, pero en ningún caso debe encenderse el dispositivo.

Ni microondas, horno o secador

Para retirar el agua, lo mejor es colocar el móvil sobre un trapo y secarlo poco a poco, moviéndolo lo menos posible para que el agua no se extienda. Si tienes una aspiradora no dudes en pasarla por el terminal, de esta forma podrás succionar posibles restos de líquido que le hayan quedado dentro, donde no alcanzamos con el paño.

Ante todo, no uses un secador de pelo. El calor puede resultar excesivo para los componentes internos del móvil, y el efecto de soplar aire que hace un secador puede meter más adentro posibles restos de agua. Métodos alternativos como meterlo en el microondas o el horno no harán más que destrozar tu móvil de una vez por todas.

El alcohol

Otro método casero que puede funcionar es el alcohol de 95 o 99 grados, similar al del botiquín de casa para curar heridas. Aunque parezca un remedio extraño, sumergir el móvil en alcohol puede ser bastante efectivo para salvarlo.

El alcohol se evapora sin dejar rastro en el teléfono y además se lleva el agua consigo. Recuerda que el móvil debe estar siempre apagado y con la batería retirada. Después saca el móvil y espera un tiempo hasta comprobar que el alcohol se haya evaporado.