El vagabundo Alexandr Kuleshov fue conducido a un salón de belleza, y de allí al chalet del millonario, donde pudo vestir camisas de 600 dólares, fumar puros, saborear selectas bebidas, bucear en la piscina y jugar con Kruminsh al billar.

"Private Dzive" expresó la esperanza de que esta "visita al mundo de los millonarios" le dé a Kuleshov, alcohólico y sin empleo, "un objetivo que procurar en la vida".

Kuleshov, en agradecimiento, propuso a Kruminsh organizarle una excursión por los sitios más frecuentados por los vagabundos de Riga, la capital de Letonia, y el millonario aceptó sin reparos la invitación, según la agencia.