"He intentado leer el libro y mi impresión es de sorpresa de lo pedante que soy", señaló el que fue presidente del país centroeuropeo entre 1989 y 2003.

La obra presentada hoy es la tercera colección de cartas editada por Havel, tras "Cartas a Olga" y "Correspondencia con Alex Fetters", y contiene cerca de 200 manuscritos enviados a Frantisek Janouch, un físico nuclear checo que se exilió a Suecia en 1969 y que participó en las actividades de la disidente Fundación Carta 77.

Los documentos, que según Havel "no eran para el gran público sino muy secretos", ilustran cómo funcionaban los enlaces entre la disidencia interna y el exilio.

Además, dan un indicativo sobre qué obras literarias se apoyaban fuera del país y cuáles se editaban clandestinamente en el país comunista.

El verdadero artífice del proyecto fue Janouch, pues gracias a él se conservó el fondo epistolar sin que quedara rastro alguno de esa correspondencia en Checoslovaquia.

Kveta Jechova, colaboradora del archivo de la fundación en Estocolmo, explicó a Efe que en la capital sueca "se conservaron estos documentos hasta noviembre de 1989 por que Checoslovaquia estaba amenazada".

"Aquí (en Praga) no se guardaba nada, por miedo a que la policía lo descubriera", agregó Jechova, quien ha contribuido al libro dando las claves de interpretación necesarias.