Para Joaquín Nieto, secretario confederal de medio ambiente de CCOO, el contenido del acuerdo es débil porque aunque establece compromisos diferentes para los países desarrollados y en desarrollo, no fija con claridad la cantidad de reducciones que habría que alcanzar en 2020.

"Todo ello complicará excesivamente las futuras negociaciones para acordar la reducción necesaria de emisiones", ha dicho.

No obstante, el sindicato valora el acuerdo de crear un organismo de la Convención -con todos los países, incluido Estados Unidos- encargado de terminar su trabajo y presentar sus resultados en 2009 en la Cumbre de Copenhague, que deberá adoptar el nuevo protocolo.

CCOO lamenta que la dimensión socioeconómica siga ausente en las negociaciones de cambio climático, "lo que habrá que corregir con urgencia para involucrar al conjunto de la sociedad y a los trabajadores, en particular, en los esfuerzos y oportunidades que ofrecen las medidas para hacer frente al cambio climático".

En Bali, según el sindicato, "los responsables políticos no han estado a la altura de sus responsabilidades", pues tras el informe de los científicos del IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de las Naciones Unidas) se sabe qué va a ocurrir con el cambio climático y qué hay que hacer para evitar que esto ocurra.

"La resistencia de Estados Unidos ha impedido, una vez más, compromisos claros para avances significativos en el proceso, aunque se ha establecido una Hoja de Ruta con todos los países incluidos y los organismos correspondientes", agrega.

La Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático concluyó finalmente con un acuerdo, después de que Estados Unidos cediera a las demandas de los países pobres, que abre el camino para negociar un nuevo pacto mundial sobre cambio climático más ambicioso que sustituya al Protocolo de Kioto a partir del 2012.