El líder laborista, que en las elecciones de noviembre derrotó al conservador John Howard, quien se había negado a ratificar el Protocolo de Kioto, luego ratificado por Rudd, explicó su posición en una conferencia de prensa en Brisbane, antes de partir a Bali.

Según Rudd, su Gobierno definirá sus objetivos cuando se publique, en enero, el resultado del informe encargado al profesor Ross Garnaut para estudiar el impacto económico del cambio climático en el país.

Garnaut dijo hoy que fijar un sistema de comercio de emisiones en 2010 es un plan ambicioso pero posible.

"No será fácil y requerirá mucho trabajo en un corto período de tiempo, pero es un objetivo posible", manifestó Garnaut a la radio "ABC".

El experto opinó que la conferencia de Bali sólo aportará un esquema de trabajo para combatir el cambio climático y que su finalidad no es establecer objetivos estrictos de reducción de emisiones, a pesar de la presión sobre los países desarrollados de acordar recortarlas entre un 25 y un 40 por ciento antes de 2020.

Rudd, por su parte, reiteró que su compromiso con la Conferencia de Bali se mantiene incuestionable.

"No habría tomado la decisión de ratificar (el Protocolo de) Kioto si como primer ministro de Australia no estuviera decidido a liderar en esa área", apuntó.

Rudd participará mañana en la Conferencia acompañado del encargado del Tesoro, Wayne Swan; la ministra de Cambio Climático, Penny Wong, y el ministro de Medio Ambiente, Peter Garrett.