Este hallazgo, que recoge la revista especializada británica "Nature Geoscience" en su último número, es fruto de un estudio que los expertos de varias instituciones académicas francesas han llevado a cabo sobre la zona de fractura de Owen, límite que separa bajo el mar las placas arábiga e india.

"En esta investigación ofrecemos las primeras evidencias directas de un movimiento de la corteza activo y en dirección este a lo largo de esta fractura, y ello gracias a una técnica cartográfica mediante haces de luz" utilizada en la región noroeste del Océano Índico, explican los investigadores en el artículo de la revista.

En concreto, los científicos estudiaron la zona en la que las placas arábiga e india se encuentran con la africana, frente a las costas de Somalia, tras lo que descubrieron lo que definen como una "gran velocidad angular" de entre 2 y 4 milímetros por año con la que Arabia se aproxima a la India.

"Estos movimientos en la fractura (de Owen) comenzaron probablemente hace unos ocho millones de años como consecuencia de una reorganización regional de las velocidades y direcciones de las placas tectónicas" del planeta, inciden los expertos.

A pesar de todo ese tiempo que ha transcurrido desde que empezó este fenómeno, hasta ahora poco se sabía de una fractura en la corteza terrestre como la de Owen que presenta una gran actividad geológica.

Los expertos advierten, por eso, que en la zona de encuentro de ambas placas se pueden producir, incluso, terremotos de magnitud 7 en la escala de Richter, a menos que la deformación de la corteza terrestre se produzca en forma de movimientos asísmicos.

De hecho, el choque entre las placas arábiga y la euroasiática ya produce frecuentes terremotos en ciertas zonas de Turquía donde se localiza el límite entre estas dos regiones de la corteza terrestre.

Tanto la placa india como la arábiga se han separado de África desde los orígenes de la Tierra: la primera "huyó" hacia la asiática, formando la cordillera del Himalaya al chocar con ella, y la segunda se desplazó al norte, creando el Mar Rojo.