La ESA ha estado trabajando estrechamente con el secretariado de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertización (UNCCD) durante más de cinco años para desarrollar modelos que permitan seguir y monitorizar constantemente la desertización y su evolución.

En 2004, la ESA lanzó DesertWatch y ahora está ahora próximo a completar su segunda fase, en la que un consorcio internacional ha desarrollado un sistema de operaciones completo.

El sistema proporcionará datos claves a las administraciones públicas con un amplio número de indicadores e información geográfica que permitirá controlar y seguir el grado de degradación terrestre.

El objetivo último de DesertWatch es instalar herramientas de software en los centros de operación más importantes de los países participantes para ayudar a las autoridades nacionales y locales a completar y mejorar su trabajo y facilitarles la toma de decisiones en su lucha contra la desertización.

La organización espacial, de la que forma parte España, recuerda que la desertización, un proceso de degradación de la tierra inducido parcialmente por la actividad humana, pone en riesgo la salud y el bienestar de más de 1.200 millones de personas de cerca de 100 países.

Naciones Unidas celebrará el domingo el Día Mundial de la Desertización y la Sequía con el lema "Desertización y Cambio Climático: Un reto global".