El Comité, tras consultas con el Grupo de Trabajo para el Estudio y la Reflexión sobre la Búsqueda Biomédica y la Comisión Asesora sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, ha hecho unas recomendaciones éticas orientadas a donantes de ovocitos, profesionales, receptoras, centros sanitarios y al Departamento de Salud.

Con estas recomendaciones se pretende que la donación se ajuste al máximo a los criterios éticos y se evite el mercantilismo por parte de mujeres con escasos recursos económicos y fomentar la supervisión de estas donaciones.

Asimismo, se trata de respetar el carácter altruista de la donación y recordar a quien la hace que la cantidad económica que percibe, y que el departamento de Salud de la Generalitat ha establecido en 900 euros, es en concepto de compensación por las molestias y los gastos ocasionados, y por las ganancias dejadas de percibir durante el proceso.

También se propone homogeneizar los requisitos para llevar a cabo una donación de ovocitos y que se utilice un documento único de información para las donantes, al inicio del proceso, y otro de consentimiento informado.

Según ha señalado a Efe Anna Veiga, miembro de este comité, es necesario que el proceso de donación, que no está exento de riesgos para las donantes ya que un 1% desarrolla el síndrome de hiperestimulación ovárica, sea perfectamente conocido y aceptado por ellas.

En el modelo de consentimiento informado se explica detalladamente en qué consiste la estimulación ovárica mediante hormonas y la intervención necesaria sobre los folículos ováricos para la obtención de los ovocitos.

También se recomienda evitar que la publicidad sobre la donación sea masiva e indiscriminada, e intensificar las medidas de supervisión en los centros asistenciales para corregir las actuaciones no incluidas en las buenas prácticas señaladas.

Veiga ha recordado que hay un debate en todo el mundo sobre la donación de óvulos y su compensación ante la falta de óvulos que hay para investigación y reproducción, un proceso complicado que requiere análisis, estimulación ovárica y que no está exento de riesgos.

En este sentido ha añadido que hace diez años se hizo una recomendación de pagar una compensación de 600 euros y que ahora se ha aumentado la cuantía hasta 900 para dejarla en una cifra lógica, que deberá ser igual en todos los centros.