La sustancia, hallada en 59 hospitales y farmacias de la provincia nororiental china de Jilin, imitaba a la albúmina sérica, una proteína en la sangre humana, y puede haber tenido graves consecuencias en la salud de los pacientes en los que fue inyectada, informó hoy el canal estatal chino CCTV.

Ya ha muerto una persona, según el diario "China Business News", aunque este extremo no ha sido confirmado por las autoridades, que investigaron el uso de estos productos en 18 hospitales públicos de Jilin, mientras que el periódico asegura que las falsificaciones se vendieron también en otras seis provincias del país asiático.

Las primeras investigaciones examinaron en laboratorio 36 remesas de presunta albúmina y encontraron que siete eran falsas.

La albúmina, la proteína más abundante en el plasma sanguíneo, se administra a pacientes en estado de shock, con problemas sanguíneos y hepáticos o en recuperación tras una intervención quirúrgica, entre otros muchos usos.

Xu Fei, director del Laboratorio de Fármacos y Alimentos de Jilin, denunció, en declaraciones a CCTV, que los falsos productos son completamente inútiles "pues la albúmina tiene un 96 por ciento de proteína, y la falsa, un 0 por ciento" y que sólo se parecen a la auténtica en la apariencia.

"El fármaco de administra a través de inyecciones, y en grandes concentraciones puede causar la muerte de los pacientes", destacó el subdirector del Centro de Prueba de Medicamentos y Productos Biológicos de China, citado por el diario "South China Morning Post".

El producto usado para mimetizar la albúmina en estos productos recibe varios nombres, entre ellos Polysorbate 80 o Tween 80.

Un hombre de la provincia oriental, Zhu Huazheng, falleció al usar falsa albúmina producida por la firma Beijing Tiantan Bioproducts, según "China Bussiness News".

Otra firma implicada es Kilin Yatai Wanlian Pharmaceutical, según denuncias del Hospital Popular de Jingyu, uno de los que utilizó la falsa albúmina.

Los falsos productos tenían un coste de producción de unos 1,2 dólares (90 céntimos de euro) y eran vendidos a precios 30 veces superiores, unos 176 dólares (aproximadamente 131 euros).

Este descubrimiento se produce en medio de una campaña de las autoridades chinas para lavar la imagen del país en los sectores alimentario y farmacéutico, después de una serie de escándalos.

El peor ha causado la muerte de más de cien personas en Panamá por el uso de un producto importado de China -el dietileneglycol, un químico altamente tóxico- en medicinas panameñas.

El pasado mes de mayo fue condenado a muerte el ex director de la agencia estatal de medicamentos y alimentos de China, Zhang Xiaoyu, considerado culpable de haber aprobado fármacos a cambio de sobornos sin las necesarias medidas sanitarias.