El experto en Bioética hizo estas declaraciones a EFE, al ser preguntado por el hallazgo de tres equipos de científicos de Harvard, Cambridge (Massachusetts) y Japón, al conseguir células madre con propiedades semejantes a las embrionarias, partiendo de tejidos adultos de ratones.

Nombela hizo hincapié en que producir embriones "en serie", ya sean cigotos o clónicos, y proceder después a su almacenaje, "no es la vía más adecuada" aunque el objetivo último sea su utilización en la terapia celular regenerativa de tejidos u órganos.

Un criterio que, a su juicio, no es propiedad sólo de quienes piensan que el ser humano tiene que tener una consideración "especial" desde su faceta embrionaria sino también de aquellos que parecen no compartir tajantemente esa opinión.

El científico indicó que este tipo de investigaciones permiten conocer mejor el funcionamiento de la creación y diferenciación celular y se felicitó de la "rapidez" con la que se está avanzando en este ámbito de la investigación biomédica.

Recordó que el siguiente paso será demostrar en ratones que las células obtenidas pueden servir para procesos regenerativos y adujo que el tercero, y más importante, será comprobar si el sistema funciona en su trasposición a la clínica humana.

Nombela precisó, como dificultad inherente a este avance, que para lograr las nuevas células se practicó una "manipulación" que tal vez sea "excesiva", al añadir a una célula de la piel de un ratón cuatro genes especiales y otros tantos factores de transcripción.

En cualquier caso, expresó su satisfacción por los nuevos descubrimientos porque pueden acabar con la "pugna" suscitada entre quienes abogan por el uso de embriones para que la ciencia progrese y quienes sostienen que la vida existe desde el momento de la fecundación y que no se puede experimentar con seres humanos.

Esta polémica es la que, de algún modo, ha contribuido a que los científicos trabajen en descubrir "cuanto antes" otras vías de terapia celular, que pueden ser beneficiosas para combatir enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, entre otras.

El descubrimiento se produce en plena tramitación del anteproyecto de Ley de Investigación Biomédica, que ayer se aprobó en el Senado, después de una fuerte polémica entre los grupos parlamentarios fundamentalmente por cuestiones éticas.

El debate se produjo entre los defensores y detractores de la denominada clonación terapéutica, que se autorizará por primera vez en España, pese a ser una técnica tipificada en el artículo 160 del Código Penal y castigada con penas de hasta diez años.