El proyecto de ley, que cuenta con el respaldo de la gran mayoría de los diputados, prevé también la prohibición del consumo de tabaco en los centros médicos, en las escuelas, en los centros de trabajo y centros culturales y de recreo, en los medios del transporte público, las estaciones de trenes y autobuses y los aeropuertos.

En los restaurantes y cafeterías se podrá fumar exclusivamente si sus propietarios habilitan sitios para ello, es decir, con una buena ventilación y aislados del resto de los consumidores que estén en los locales.

La ley proyectada prevé asimismo la prohibición de la publicidad del tabaco y de todos los objetos relacionados de manera directa con el acto de fumar.

La violación de las normas será castigada con una multa de 100 zlotys (unos 25 euros), mientras que por la venta ilegal de artículos de la industria tabacalera la multa podrá ser de hasta 20.000 zlotys (unos 5.000 euros).

Preguntado por su opinión sobre el proyecto de ley contra el consumo de tabaco, el primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski declaró que, aunque él mismo no fuma considera que la democracia no debe ser aprovechada para despojar a la gente de manera tan radical de lo que le gusta hacer.

"La prohibición del tabaco es, en cierto modo, un ataque contra la libertad de los ciudadanos", añadió el presidente del Gobierno polaco.

Polonia es uno de los países europeos de mayor consumo de tabaco tanto en mujeres como en menores.