"La Comisión Europea opera su política de defensa comercial con gran rigor y ajustándose plenamente a las reglas vigentes", afirmó la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde.

Representantes de diez sectores industriales se han quejado en una carta al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, de que su comisario de Comercio, Peter Mandelson, ha renunciado a aplicar sanciones contra el dumping -venta de productos a precios inferiores al costo- de terceros países, confirmó la portavoz.

La carta, según pública hoy el diario británico Financial Times, está suscrita por representantes de sectores como el del textil, el químico, el metalúrgico o el minero, particularmente vulnerables a las prácticas desleales denunciadas en China y otros países asiáticos.

Los industriales sostienen que, a raíz de un proceso de reflexión y consulta pública lanzado el pasado diciembre, Mandelson habría decidido relajar la política de defensa comercial comunitaria, sin contar con la opinión de los Estados de la UE ni de las empresas.

Ese mismo mes, el comisario británico había alertado de que el tipo de sanción que impone la UE -elevación de la tarifa aduanera que grava la importación del producto objeto de dumping- podría perjudicar a las empresas europeas que mantienen parte de su producción en los países terceros acusados de la práctica desleal.

Durante 2006, la Comisión Europea impuso sanciones aduaneras en un total de 36 casos de dumping, pero en lo que va del presente año ni siquiera ha lanzado una sola investigación.

Pese a ello, la portavoz de la Comisión desmintió hoy que este proceso de consulta, haya acarreado por el momento "ningún cambio en los esfuerzos de la Comisión Europea contra el dumping".

Según fuentes del Ejecutivo comunitario, el fuerte contraste entre las cifras del año pasado y del actual se debe a que 2006 registró un número "récord, inusualmente alto" de casos anti-dumping.

En cuanto a este año, añaden estas fuentes, la ausencia de casos no se debe a ningún cambio de política en la Comisión sino a la falta de denuncias empresariales de dumping en terceros países, que son condición necesaria para que Bruselas abra investigaciones.

El año pasado, la Comisión impuso medidas anti-dumping en casos particularmente controvertidos como los de la importación de calzados y textiles chinos.

La decisión estuvo precedida de fuertes discrepancias entre los Estados de la UE con producción propia de textil o calzado, Italia, España o Portugal, que pedían una fuerte protección, y los que cuentan con grandes empresas de distribución, como Suecia o Reino Unido, favorables a que se mantengan condiciones para que la importación de productos chinos sea lo más barato posible.