La pandemia de covid-19 ha hecho que la sociedad sea mucho más consciente de la importancia que tiene la salud mental. Tanto, que por primera vez en mucho tiempo se hecho hueco en la agenda política. Hay varios ejemplos de esto: está previsto que en 2021 se apruebe, ocho años después, una nueva Estrategia dotada con 100 millones de euros. Los presupuestos del Estado presentados este miércoles incluyen los primeros 30. Además, en los últimos días el Congreso de los Diputados ha admitido a trámite la proposición de Ley General de Salud Mental de Unidas Podemos. Con todo, las distintas sociedades científicas tienen ciertos recelos.

Una de ellas es la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), que considera que tener una ley específica para la salud mental da por sentado que "las personas con estos trastornos deben recibir un trato distinto al del resto". Un ejemplo, opinan, de "estigma".

También Ana González-Pinto, presidenta de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), asegura estar de acuerdo con las asociaciones de pacientes y familiares que piensan que no debería ser un 'aparte' en el campo de la salud. "En cualquier caso, si el Congreso decide aprobar una Ley de Salud Mental es necesario que al menos esté bien conceptualizada", señala. En su opinión, la ley incide poco en los componentes biológicos de los trastornos y más en los sociales, aunque estos también afecten a otras enfermedades que no tienen su propia norma. Celso Arango, presidente de la SEP, añade que el texto en ningún caso nombra el trastorno mental grave". "Es una vuelta a las cavernas", asegura. Critica, por ejemplo, la mención a los tratamientos farmacológicos. 

El Consejo General de la Psicología de España sí ve positivo que al menos esta norma exista, con independencia de que sea "mejorable". "Llevamos muchos años sin poner el foco en la salud mental y la atención no mejora. Sigue siendo deficitaria. Contar con una ley específica, y que por lo menos se debata y se planteen temas, nos parece bien. No creo que sea el mayor problema de estigmatización", asegura Fernando Chacón, vicepresidente.

El presupuesto sigue siendo insuficiente

El texto también contempla que el Consejo Interterritorial garantice que el Sistema Nacional de Salud cuente con un mínimo de 18 psiquiatras, 18 psicólogas y psicólogos clínicos y 23 enfermeros y enfermeras especialistas de salud mental por cada 100.000 habitantes.

A día de hoy, hay unos 10 u 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes y unos 5 o 6 psicólogos, muy por debajo de la media de la Unión Europea. También hay carencia de enfermeros que, como explica Arango, en muchas comunidades autónomas la especialidad de Salud Mental no puntúa tanto para trabajar en estas unidades como la experiencia. 

Para aumentar estas ratios, todos los profesionales consultados aseguran que hace falta dinero. Los presupuestos del Estado presentados este miércoles han incluido los primeros 30 millones destinados a la Estrategia de Salud Mental de los 100 que prometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Para Celso Arango ese es el camino, aunque sea insuficiente.

Claro que "la salud mental no es competencia del Estado, sino de las comunidades autónomas". "Por eso no podemos esperar una partida muy grande salvo que creen un programa específico", explica Chacón. El plan de 100 millones es, en opinión del psicólogo, una "miseria", sobre todo porque también se necesita presupuesto para prevención.

Más psicólogos en atención primaria

Chachón recuerda que en España las personas con más dificultad tienen para acceder al psicólogo son las que menos recursos tienen: "Las consultas de psicólogos privados están llenas, pero eso cuesta unos 250 euros al mes y hay mucha gente que no se lo puede permitir". Un problema que no ocurre en otras especialidades.

Con todo, recuerdan que invertir en salud mental es sinónimo de ahorro. Solo la ansiedad y la depresión suponen para el sistema un gasto de 23.000 millones de euros, el 2,2 por ciento del PIB. Con el covid-19 parece que esto solo irá a peor. Los datos del estudio PsicAP ('Psicología en Atención Primaria'), promovido por Psicofundación y liderado por Antonio Cano, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, mostraron que con tan solo 28 euros de inversión por paciente se puede tratar la sintomatología leve o moderada en Atención Primaria de forma eficaz. Y sin fármacos.

Por el momento, el Ministerio de Sanidad ya ha llamado a los psicólogos para participar en el nuevo plan de acción de atención primaria. Otro ejemplo de que la salud mental preocupa más que nunca.