Con la inmunización acelerando y llegando a cada vez más personas y con la población de mayor edad y dependientes protegidos con las vacunas frente al coronavirus, la media de edad de los ingresados ha bajado y casos como el de Aitor Feijóo, de 31 años, son el ejemplo de que el virus sigue siendo una amenaza y de que la infección puede llevar al hospital a personas jóvenes y sanas.

“Nunca pensé que pudiera acabar en esta situación porque nunca tuve ni una gripe, ni soy de las personas que están enfermando cada poco. Esto no es ninguna broma”, subraya este vecino de Sobrado, en el municipio ourensano de Barbadás. Es el paciente más joven de los que están ingresados a causa del COVID en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). De los 14 pacientes hospitalizados en el área sanitaria, según datos de ayer del balance diario del Sergas, la totalidad se encuentran en el hospital público de la ciudad: 12 permanecen en planta y otros 2, graves, son atendidos en la UCI.

A Aitor le confirmaron que era positivo en coronavirus el 5 de mayo, “a causa de un contacto familiar. Yo soy el que peor estoy de todos, con diferencia. Mi pareja, que es asmática, lo ha pasado mejor”, comparte este joven.

Al hospital llegó el martes de esta pasada semana, después de encadenar varias jornadas en casa, cumpliendo la cuarentena obligatoria, en las que la fiebre de 39 grados no remitía. “Me estaban haciendo seguimiento a través de la aplicación, y con cada comida yo tenía que introducir los datos de temperatura y saturación de oxígeno. Llevaba ya cinco días con 39 de fiebre, y no me bajaba. La médica que me hacía el seguimiento decidió que acudiera al hospital para hacerme unas placas y ya me dejaron ingresado, porque tengo neumonía”, relataba Aitor Feijóo este domingo, aún con signos de cansancio al otro lado del teléfono, pero evolucionando “poco a poco”.

Este sábado le administraron “un antiinflamatorio fuerte para intentar bajar la inflamación del pulmón”, cuenta, y entre ese tratamiento y que la fiebre vaya remitiendo confía en poder recibir el alta pronto, aunque por ahora no le han comunicado cuándo podrá salir del hospital y regresar a casa. El paciente más joven ingresado por COVID en Ourense sigue su recuperación. La pandemia, mientras la vacunación no llegue a casi todos, continúa.