Una niña de 12 años sufrió una complicación por COVID-19 poco frecuente que le provocó un fallo cardíaco fulminante, que sin embargo logró superar gracias a una máquina sustitutiva de la función del corazón y, tras 45 días de ingreso en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ya ha sido dado de alta.

La COVID-19 genera muy poca sintomatología en niños y adolescentes y las complicaciones son raras, pero las estadísticas no acompañaron a esta menor de 12 años, residente en Mallorca, que ha pasado por un calvario con final feliz.

La niña ingresó en el Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, tras contagiarse del coronavirus, con un síndrome poco frecuente, el SIM-Ped (Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico), una enfermedad que afecta a menores de edad y que puede provocar el fallo de diversos órganos, incluido el corazón.

Este fue el caso de la menor, que ingresó en la UCI de Son Espases por miocarditis -inflamación del músculo del corazón- en estado grave, con fallo cardíaco fulminante sin respuesta al tratamiento. La única salida era un tratamiento con ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea, en sus siglas en inglés), una máquina que durante seis días sustituyó la función de su corazón. Todo ello para que el corazón y el pulmón pudieran descansar mientras la patología de base, provocada por el coronavirus, se iba curando.

Un equipo del Vall d'Hebron se desplazó hasta Palma de Mallorca para iniciar de inmediato el tratamiento con ECMO y realizar el traslado hasta el hospital barcelonés. Un traslado coordinado por el servicio de atención médica urgente 061 de Baleares con el apoyo de un avión militar medicalizado y "complejo", según ha explicado en declaraciones a Efe el jefe de la UCI Pediátrica de Vall d'Hebron, el doctor Joan Balcells.

El viaje se tuvo que hacer con la menor conectada al ECMO y con la complicación añadida de tener que garantizar las medias de seguridad y aislamiento obligadas por la pandemia.

Después de seis días de tratamiento con ECMO, la paciente recuperó la función del corazón y, después de retirarle la ventilación mecánica tras 17 días en la UCI, pudo pasar a planta del Vall d'Hebron. Entonces ya solo presentaba una miopatía -patología que afecta a los grupos musculares- como consecuencia de su previo estado crítico por la covid, pero fue recuperando su función miocárdica normal.

"Un periodo de enfermedad tan grave suele ir acompañado de un cuadro de debilidad muscular del que hay que recuperarse; le ha llevado cinco semanas de rehabilitación en planta y, felizmente, ha podido volver a Palma, donde deberá continuar la rehabilitación, pero esperamos que con el tiempo no lo quede ninguna secuela", ha explicado Balcells.

Así que "la buena noticia es ver que, a pesar de que la pandemia seguirá evolucionando, los niños la llevan muy bien, la afectación es mínima, son escasísimos los niños ingresados en la UCI y todos se han recuperado, incluso con cuadros de esta gravedad". "Así que esta capacidad de recuperación hace que podamos estar tranquilos", ha resaltado el doctor.

La niña sufría una patología previa, un hipertiroidismo causado por la enfermedad Graves-Basedow, que según Balcells no está relacionada con el coronavirus ni está considerado un factor de riesgo para que la covid pueda ser más grave.

Desde el inicio de la pandemia, en el Hospital Vall d'Hebron han ingresado 48 pacientes pediátricos por coronavirus, de los cuales 14 han ingresado en la UCI, y todos han tenido una buena evolución