La Conselleria de Salud y Consumo, a través de la Dirección General de Salud Pública y Participación, recomienda a los ciudadanos prevención ante la llegada de las altas temperaturas. En un comunicado, ha recordado la población de riesgo habitual, así como las instrucciones básicas de prevención y para afrontar las altas temperaturas.

La población de riesgo, la más vulnerable a los efectos del calor, son las personas mayores (de más de 80 años o que viven solas o están enfermas), los niños, los enfermos crónicos y las personas que trabajan al aire libre. Salud Pública dispone de un sistema de vigilancia en los meses de junio a septiembre con el objeto de disponer de información permanente y actualizada de la situación para orientar de forma adecuada las estrategias preventivas de los efectos adversos asociados al calor.

Entre otros, se monitoriza el número de casos de golpe de calor, cuya media es de entre dos y tres cada año. De este modo, en verano de 2019 se confirmaron un total de nueve casos, de los que uno acabó falleciendo. El rango de edad de los casos era de 12 a 79 años. Tres casos se asociaron a exposición en el ámbito laboral. Cuatro casos se asociaron a exposición solar intensa y continuada en la calle, playa o similares. Un caso se asoció al consumo de drogas en el contexto de un festival de música y un último caso a ejercicio físico intenso.

Por ello, el Servicio de Prevención de la Enfermedad de la Dirección General de Salud Pública ha considerado preciso recordar que el golpe de calor es una situación que puede llegar a ser grave. Se produce cuando la temperatura corporal llega a los 40 grados y el cuerpo no puede reducirla de forma eficaz, y normalmente es consecuencia de permanecer de forma prolongada en ambientes muy calurosos o de realizar una actividad física intensa cuando hace mucho calor.

Salud Pública ofrece consejos para evitar el golpe de calor, sobre todo dirigidos a personas que se encuentran en situación de riesgo, como los bebés o la gente mayor. Las recomendaciones se refieren a hábitos dentro del hogar, como por ejemplo la alimentación y ventilación de los espacios, y también en la calle, como la práctica de deportes. Asimismo, da indicaciones para reconocer el golpe de calor y pautas de actuación en caso de que se produzca.

Población de riesgo

Según ha recordado la Conselleria, las personas mayores de 65 años, especialmente si viven solas o son dependientes, son población de riesgo. También lo son los bebés y los niños pequeños, las personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias, diabetes o obesidad, entre otras) o con determinadas medicaciones, como antidepresivos, diuréticos o antihipertensivos.

Las personas que trabajan en ambientes calurosos y las que practican ejercicio físico intenso en las horas de más calor también se exponen a riesgos mayores.

Un golpe de calor

Según ha indicado la Conselleria en sus instrucciones, son muestra de que se está sufriendo un golpe de calor una temperatura corporal elevada, la piel enrojecida, caliente y seca así como el pulso acelerado y la respiración rápida. También son síntomas calambres, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, somnolencia y mucha sed.

Si se está sufriendo un golpe de calor puede haber confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento, que a veces es el primer síntoma en adultos mayores.

Prevención

En el propio domicilio se recomienda cerrar las ventanas y bajar las persianas o estirar las cortinas cuando de directamente el sol. Conviene ventilar la casa a primera y última hora del día y procurar permanecer en las habitaciones más frescas. También es recomendable ducharse una o dos veces al día o pasarse toallas húmedas por la piel.

En la calle, conviene evitar salir durante las horas de mayor calor y mucho más realizar actividades físicas intensas, como la práctica deportiva. Es recomendable realizar las compras, gestiones, visitas y ejercicio en las primeras y últimas horas del día.

Si es imprescindible salir, conviene ir por la sombra, usar sombrero y ropa ancha de tejidos ligeros como el lino y el algodón y de colores claros y llevar siempre una botella de agua. Tampoco hay que dejar nunca a nadie en el interior de un vehículo aparcado, ni siquiera con las ventanas abiertas. La temperatura dentro del vehículo puede elevarse más de siete grados en diez minutos.

Bebida y comida

La Conselleria recomienda beber líquidos en abundancia, aunque no se tenga sed. En este sentido la mejor bebida es el agua, a temperatura ambiente, no muy fría. Los zumos de fruta, la leche o sopas frías como el gazpacho ayudan a estar muy hidratados. Así, es aconsejable evitar las bebidas alcohólicas ya que el alcohol favorece la deshidratación al facilitar la eliminación de agua por la orina y aumentar la sudoración.

Tampoco conviene abusar de bebidas excitantes como el té o el café o con mucho azúcar. En la dieta hay que incluir más verduras y frutas, fraccionar las comidas a lo largo del día y en cantidades moderadas, así como evitar las comidas calientes, pesadas y copiosas.

Otras recomendaciones

Si se están tomando medicamentos (tensión, corazón o depresión) se recomienda seguir las instrucciones del médico y conservar el medicamento siguiendo las instrucciones del envase. Hay que procurar que las personas mayores y los niños beban agua, sobre todo si están solos o enfermos.

Si una persona se encuentra mal por el calor, tiene que pedir ayuda y llamar al 061. Por otra parte, si se está en contacto con una persona que está sufriendo un golpe de calor, hay que ponerlo en un lugar fresco o a la sombra, quitarle el exceso de ropa, bañarle con agua fresco, abanicarlo y llamar al 061.