Una nueva investigación ha demostrado que los bebés nacidos por vía vaginal tienen bacterias intestinales diferentes que los que nace por cesárea, según aseguran científicos del Instituto Wellcome Sanger, el University College de Londres, la Universidad de Birmingham y sus colaboradores en Australia, que publican en la revista 'Nature'.

Los investigadores descubrieron que, mientras que los bebés nacidos por vía vaginal obtuvieron la mayoría de sus bacterias intestinales de su madre, los nacidos por cesárea no, y en su lugar tenían más bacterias asociadas con entornos hospitalarios.

El papel exacto de las bacterias intestinales del bebé no está claro y no se sabe si estas diferencias al nacer tendrán algún efecto en la salud posterior, pero los investigadores encontraron que las diferencias en las bacterias intestinales entre los bebés nacidos por vía vaginal y por cesárea en gran medida se igualaron a los 1 año de edad, si bien se necesitan grandes estudios de seguimiento para determinar si las diferencias tempranas influyen en los resultados de salud.

En cualquier caso, los expertos del Royal College of Obstetricians and Gynecologists puntualizan que estos hallazgos no deberían disuadir a las mujeres de tener una cesárea.

Este estudio, el más grande jamás realizado sobre microbiomas neonatales, también reveló que el microbioma de los recién nacidos por vía vaginal no provenía de las bacterias vaginales de la madre, sino del intestino.

Esto pone en tela de juicio la práctica controvertida de limpiar los bebés nacidos por cesárea con bacterias vaginales de la madre. Comprender cómo impacta el proceso de nacimiento en el microbioma del bebé permitirá futuras investigaciones sobre terapias bacterianas.

El microbioma intestinal es un ecosistema complejo de millones de microbios, y se cree que es importante para el desarrollo del sistema inmune. La falta de exposición a los microbios correctos en la primera infancia se ha implicado en enfermedades autoinmunes como el asma, las alergias y la diabetes.

Sin embargo, no se comprende completamente cuán importante es el microbioma intestinal inicial para el desarrollo y la salud del sistema inmunitario del bebé, cómo se desarrolla el microbioma de un bebé o qué le sucede con los diferentes modos de nacimiento.

Para comprender más sobre el desarrollo del microbioma, y si el método de parto afectó esto, los investigadores estudiaron 1.679 muestras de bacterias intestinales de casi 600 bebés sanos y 175 madres. Se tomaron muestras fecales de bebés de cuatro, siete o 21 días de edad, que habían nacido en hospitales del Reino Unido por parto vaginal o cesárea. Algunos bebés también fueron seguidos más tarde, hasta el año de edad.

Utilizando la secuenciación de ADN y el análisis genómico, los investigadores pudieron ver qué bacterias estaban presentes y descubrieron que había una diferencia significativa entre los dos procedimientos de parto. Y descubrieron que los bebés nacidos por vía vaginal tenían muchas más bacterias asociadas a la salud de sus madres que los bebés que nacieron por cesárea.

El doctor Trevor Lawley, autor principal del artículo del Instituto Wellcome Sanger, asegura que "esta es la mayor investigación genómica de los microbiomas de los recién nacidos hasta la fecha. Descubrimos que el modo de parto tuvo un gran impacto en las bacterias intestinales del recién nacido. Una mejor comprensión de qué especies de bacterias ayudan a crear un microbioma saludable para bebés podría permitirnos crear terapias bacterianas".

Estudios limitados anteriores habían sugerido que las bacterias vaginales son ingeridas por el bebé al atravesar el canal de parto. Sin embargo, este estudio a gran escala encontró que los bebés tenían muy pocas bacterias vaginales de su madre en sus intestinos, sin diferencias entre los bebés nacidos por vía vaginal o por cesárea.

Durante el parto, el bebé entrará en contacto con bacterias del intestino de la madre. El estudio descubrió que eran las bacterias intestinales de la madre las que formaban gran parte del microbioma en los bebés nacidos por vía vaginal.

Como los bebés nacidos por cesárea tenían muchas menos de estas bacterias, este estudio no encontró evidencia que respalde prácticas controvertidas de 'frotis vaginal', que podrían transferir bacterias peligrosas al bebé.

En lugar de algunas de las bacterias de la madre, los bebés nacidos por cesárea tenían más bacterias que normalmente se adquieren en los hospitales, y eran más propensas a tener resistencia antimicrobiana.

Los investigadores aislaron, crecieron y secuenciaron los genomas de más de 800 de estas bacterias potencialmente patógenas, confirmando que eran lo mismo que las cepas que causan infecciones del torrente sanguíneo en los hospitales del Reino Unido. Aunque estas bacterias generalmente no causan enfermedades en el intestino, pueden causar infecciones si entran en el lugar equivocado o si falla el sistema inmunitario.

El doctor Nigel Field, autor principal del artículo, del UCL, precisa que el estudio "mostró que a medida que los bebés crecen y absorben bacterias cuando se alimentan y de todo lo que los rodea, sus microbiomas intestinales se vuelven más similares entre sí. Tras el destete, las diferencias de microbiomas entre los bebés nacidos por cesárea y los que nacen por vía vaginal se han compensado prácticamente. Todavía no sabemos si las diferencias iniciales que encontramos tendrán alguna implicación para la salud".

La doctora Alison Wright, obstetra consultora y vicepresidenta del Royal College of Obstetricians and Gynecologists, explica que, "en muchos casos, una cesárea es un procedimiento que salva vidas y puede ser la elección correcta para una mujer y su bebé. El papel exacto de el microbioma en el recién nacido y los factores que pueden cambiarlo aún son inciertos, por lo que no creemos que este estudio deba disuadir a las mujeres de tener una cesárea. Este estudio muestra que se requiere más investigación para mejorar nuestra comprensión de esta importante área".

A todas las mujeres que tienen una cesárea ahora se les ofrecen antibióticos antes del parto para ayudar a prevenir que la madre desarrolle infecciones postoperatorias, lo que significa que el bebé también recibe una dosis de antibióticos a través de la placenta. Esto también podría causar algunas de las diferencias de microbioma observadas entre los dos métodos de nacimiento.

El investigador principal del estudio del bioma del bebé, profesor Peter Brocklehurst, de la Universidad de Birmingham, apunta que "las primeras semanas de vida son una ventana crítica del desarrollo del sistema inmunitario del bebé, pero sabemos muy poco al respecto. Necesitamos urgentemente que se haga un seguimiento de este estudio, observando a estos bebés a medida que crecen para ver si las diferencias tempranas en el microbioma conducen a algún problema de salud. Otros estudios nos ayudarán a comprender el papel de las bacterias intestinales en la vida temprana y podrían ayudarnos a desarrollar terapias para crear una salud microbioma".