Actualmente existen en España cerca de 3 millones de personas que tienen reconocida su situación de discapacidad, de las cuales, 1,2 millones son mayores de 65 años, y más de 500.000 mayores de 80. El aumento de la longevidad, la dependencia y la cronicidad se plantean como los principales retos de nuestro sistema socio sanitario.

Si bien, hasta hace poco, los episodios agudos y la atención hospitalaria definían el modelo sanitario, ahora, y en el futuro, los cuidados de larga duración y la atención primaria son y serán los que marcarán la pauta. Desde el punto de vista social, destacan el debilitamiento de las estructuras familiares y la soledad de muchos mayores que, pese a su edad avanzada, optan por seguir viviendo en su domicilio.

Ante esta transformación del paradigma socio sanitario, la sostenibilidad a largo plazo exige promover políticas que favorezcan la acción asistencial domiciliaria y continuada y que ayuden a la convivencia y la integración intergeneracional y social.

Sobre todos estos aspectos debatieron recientemente expertos de diferentes ámbitos en el curso "La atención domiciliaria: continuidad asistencial" ofrecido por el Instituto de Formación Cofares (IFC) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

Uno de los puntos de consenso alcanzados durante el encuentro fue la necesidad de avanzar hacia un modelo integrador de organización asistencial, sustentado en la cooperación entre las distintas profesiones y estructuras sociales y sanitarias. Un modelo que debe contemplar al farmacéutico como aliado estratégico para alcanzar a los pacientes en su entorno más próximo: sus domicilios.

El farmacéutico: agente clave de salud en primera línea con los pacientes

El farmacéutico se convierte en un apoyo fundamental para dar respuesta al aumento de la demanda de servicios de atención domiciliaria y cuidados de larga duración. Su capilaridad y cercanía con los pacientes le confieren una posición privilegiada a la hora de comunicarse tanto con ellos como con sus familiares y cuidadores.La cercanía del farmacéutico con los pacientes le sitúa en una posición privilegiada a la hora de comunicarse con ellos, con sus familiares y cuidadores

El seguimiento fármaco-terapéutico personalizado o la mejora de los niveles de adherencia son ejemplos de servicios orientados a proporcionar una atención integral y continuada en los que la farmacia puede adquirir un papel destacado, tal y como han demostrado los proyectos piloto y estudios desarrollados hasta la fecha.

En concreto, un estudio del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha demostrado que la intervención farmacéutica en el seguimiento farmacoterapéutico en pacientes mayores polimedicados reduce en más del 50% los problemas de salud no controlados, las visitas a urgencias y las hospitalizaciones.

Algunas comunidades autónomas están tomando importantes medidas en este sentido. Cabe destacar la reciente aprobación del anteproyecto de Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica en la Comunidad de Madrid, que establece un nuevo marco regulador más acorde con el nuevo contexto sociosanitario. Así, entre las medidas para reforzar el papel asistencial de las farmacias, se incluye la posibilidad de prestar atención farmacéutica domiciliaria a mayores dependientes o pacientes en situación de vulnerabilidad para realizar seguimiento de sus tratamientos, en coordinación con el resto de profesionales de la salud.

Por otro lado, el País Vasco ha puesto en marcha programas que buscan favorecer el seguimiento farmacoterapéutico a domicilio o la atención farmacéutica a pacientes graves. Otro ejemplo es Castilla y León, que está trabajando en un decreto para que la prestación ambulatoria se haga a través de la oficina de farmacia.

La distribución farmacéutica, aliada de la continuidad asistencial

Como agente activo en el espacio sanitario, el papel de la distribución farmacéutica supone un importante apoyo a la hora de dotar al farmacéutico de las herramientas y el apoyo necesario para adaptar sus servicios a las nuevas necesidades.

Eduardo Pastor, Presidente del Grupo Cofares, cooperativa de distribución farmacéutica líder en España, asegura que "nos estamos preparando para ofrecer todo el soporte posible y propuestas innovadoras que permitan al farmacéutico mantener un papel reconocido y central en esta nueva realidad social".

En concreto, la cooperativa está llevando a cabo un proyecto de Farmacia Sociosanitaria para potenciar el desarrollo de nuevos servicios. Entre ellos, se incluyen herramientas para facilitarla accesibilidad a una atención farmacéutica adecuada a todas aquellas personas que acuden a su farmacia, así como a pacientes que se encuentran en situación de dependencia, discapacidad o fragilidad en centros residenciales o en sus domicilios.

Además, el Grupo Cofares apuesta firmemente por la transformación digital como una vía incuestionable para reforzar la atención sociosanitaria. En esta línea, ha puesto en marcha la plataforma digital "Destino Salud", que pone a disposición del farmacéutico soluciones integrales para ofrecer a sus clientes programas sanitarios de prevención, atención, control y seguimiento personalizados desde la botica. Además, permite que los usuarios de la farmacia puedan acceder a información sanitaria desde cualquier lugar a través de su dispositivo, y les facilita informes de seguimiento y consejos actualizados realizados por el farmacéutico.