Las cefaleas, caracterizadas por dolores de cabeza recurrentes, según la OMS, son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Son trastornos primarios dolorosos e incapacitantes como la jaqueca o migraña, la cefalea tensional y la cefalea en brotes. También puede ser causada por muchos otros trastornos, de los cuales el consumo excesivo de analgésicos es el más común.

Así, se calcula que la prevalencia mundial de la cefalea (al menos una vez en el último año) en los adultos es de aproximadamente 50%. "Entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de 18 a 65 años han sufrido una cefalea en el último año, y el 30% o más de este grupo ha padecido migraña", precisa el organismo internacional.

Además, subraya que la cefalea que se presenta 15 días o más cada mes afecta de un 1,7% a un 4% de la población adulta del mundo. A pesar de las variaciones regionales, las cefaleas son un problema mundial que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas.

El doctor Javier Viguera, secretario del grupo de cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), aconseja en una entrevista consultar con un médico de atención primaria ante la presencia de una cefalea no habitual, "de inicio brusco", o con síntomas acompañantes como la fiebre, la pérdida de fuerza, o con alteraciones en el lenguaje.

El especialista del servicio de Neurología y de la unidad de cefaleas del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla señala también que por un dolor de cabeza ocasional no hay que acudir al médico, pero sí cuando son recurrentes e incapacitantes para la vida diaria.

"El médico de cabecera está capacitado para diagnosticar y tratar la mayor parte de los dolores de cabeza. Puede valorar su derivación a urgencias o al servicio de Neurología. Es importante en estos casos evitar la automedicación. Hasta un 25% de migrañosos se automedican, y un 40% de migrañosos no están diagnosticados como tal", advierte el experto de la SEN.

En este contexto, destaca que la migraña es una de las enfermedades "más incapacitantes que existen", y que tiene lugar generalmente en la etapa más productiva de la vida de una persona. Por ello, insiste en que hay que acudir al especialista cuando los dolores de cabeza sean recurrentes e incapacitantes para la persona, ya que, aunque no hay cura, sí hay tratamiento para paliar sus síntomas.

"Hoy en día se dispone de un arsenal de tratamiento dirigidos a la propia crisis en sí de dolor de cabeza, y además, hay medicamentos específicos para la migraña, básicamente antiinflamatorios, y una medicación, los 'triptanes', dirigidos a la crisis más severas", asegura, a la vez que indica que cuando estas crisis de migrañas son muy frecuentes o son muy invalidantes, también se dispone de un tratamiento preventivo, que lo que busca es bajar tanto la frecuencia como la intensidad de los dolores.

"Dentro de los tratamientos preventivos hay distintos medicamentos aprobados, y quizá, en los últimos años lo más importante ha sido el uso de bótox para una forma de migraña, que es aquella crisis que se presenta en más de 15 días al mes. En el futuro se esperan nuevos tratamientos y ahora hay distintos estudios con anticuerpos monoclonales, que muestran resultados muy esperanzadores", indica.

Tipos de cefaleas

En concreto, la OMS hace la siguiente clasificación de cefaleas:

- Migraña Es una cefalea primaria. Suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente entre los 35 y los 45 años de edad. Es dos veces más frecuente entre las mujeres que entre los hombres, debido a influencias hormonales. Está causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza. Es recurrente, a menudo dura toda la vida, y se caracteriza por episodios recurrentes.

Los episodios se caracterizan normalmente por: cefalea de intensidad moderada a severa, por dolor de un solo lado de la cabeza y/o pulsátil, por empeorar con la actividad física ordinaria, y porque puede durar desde algunas horas hasta dos o tres o más días; naúseas; los episodios se presentan con una frecuencia que varía entre uno al año y uno por semana; en los niños, los episodios suelen durar menos y los síntomas abdominales suelen ser más prominentes.

-Cefalea tensional: Es la cefalea primaria más común. La cefalea tensional episódica, que se produce menos de 15 días al mes, se observa en más del 70% de ciertos grupos de población. La cefalea crónica, que se produce más de 15 días al mes, afecta al 1-3% de los adultos. La cefalea tensional a menudo empieza en la adolescencia y afecta más a las mujeres que a los hombres en una relación de 3:2. Puede guardar relación con el estrés o con problemas osteomusculares del cuello.

Cuando es episódica, los episodios duran por lo general unas pocas horas, pero pueden persistir varios días. La cefalea tensional crónica puede ser constante y es mucho más incapacitante que la forma episódica. El paciente describe esta cefalea a menudo como una especie de banda de presión u opresión alrededor de la cabeza, que a veces se irradia al cuello o desde este.

- Cefalea en brotes: Es una cefalea primaria. Es relativamente rara; afecta a menos de 1 en 1000 adultos. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres, con una relación de 6:1. Generalmente se presenta a partir de los 20 años. Se caracteriza por episodios recurrentes y frecuentes (hasta varias veces al día), breves pero sumamente dolorosos de cefalea. Normalmente se concentran en torno a un ojo, que lagrimea y se enrojece. Se acompaña de rinorrea u obstrucción de la fosa nasal del lado afectado, y el párpado puede estar caído.Puede ser episódica o crónica.

- Cefalea por uso excesivo de analgésicos (cefalea de rebote): Está causada por el consumo crónico y excesivo de medicamentos para combatir las cefaleas. Es la forma más común de cefalea secundaria. Puede afectar hasta un 7% de ciertos grupos de población, más a las mujeres que a los hombres. Es una cefalea presente la mayor parte del tiempo, opresiva, persistente y generalmente peor al despertar.