En los últimos años el uso de las copas menstruales como medidas de higiene en la menstruación ha pasado de convertirse en una moda a una alternativa para la recogida del sangrado durante los días de más regla. No obstante, aún existen muchas dudas, la principal es hasta qué punto son la mejor opción y si son seguras para la mujer.

Ante todo, lo que sí que está claro es que no perjudican al medio ambiente, como quizá sí lo hacen los tampones, salvaslips o compresas; los elementos más utilizados por las mujeres durante el período.

Así las cosas, en una entrevista con Infosalus, la doctora Gema García Gálvez, responsable de la Unidad suelo pélvico del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, destaca que, pese al uso popular de compresas y tampones, "no hay lugar a dudas de que la copa menstrual es la opción más saludable, ecológica y económica como producto de higiene íntima". A su juicio, "inseguro o menos saludable por supuesto es un tampón donde los productos clorados empleados para su blanqueamiento suponen una absorción de elementos tóxicos en la sangre".

Características de las copas menstruales

Por su parte, la doctora Esther Pérez, adjunta del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro (Madrid), destaca a Infosalus que "todos los métodos son igual de válidos", si bien considera que la copa menstrual, "si a nivel de usuaria te llevas bien con ella y te resulta útil y práctica" es un buen método, aparte de ser "el más ecológico". Según sostiene, las copas menstruales están hechas de silicona o látex, por lo que no tienen un efecto negativo sobre la flora vaginal. Aquí recuerda que hay de dos tipos distintos, unas para antes de quedarse embarazada y otras para después de ser mamá.

"Sus normas de higiene básicas son iguales a las de los tampones. Además, conviene esterilizarlas al acabar la menstruación y cambiarlas normalmente. Es muy segura. No aumenta el riesgo de infecciones, ya que la sangre no se queda retenida. Representa una barrera para que no salga la regla. Pero se recoge en una copa que después se desecha su contenido. Te sorprende porque con ella te das cuenta de que sangras menos de lo que piensas", subraya la doctora Pérez.

Mientras, la Agrupación Ginecológica Española sostiene que al tener forma de copa y ser flexibles, su colocación dentro de la vagina es bastante fácil. "Una vez doblada se introduce en la vagina, donde se expande y se adhiere a las paredes vaginales para retener el flujo menstrual. Pasadas unas 4-8 horas, la copa debe extraerse y desechar el flujo menstrual para poder ser colocada nuevamente una vez lavada con agua tibia. Es recomendable no usar jabón para no dañar el material con el que está hecha. Entre cada período menstrual se recomienda volver a desinfectarla. Antes de usar la copa menstrual por primera vez es recomendable esterilizarla introduciéndola en agua hirviendo durante 5 minutos", advierten.