Puede conmovernos hasta llorar de emoción o hacernos cantar y bailar de alegría. Puede subirnos el ánimo, acompañarnos en nuestros momentos amargos, poner la banda sonora a momentos inolvidables de nuestra vida. La música tiene una gran influencia sobre nuestras emociones, pero, ¿sabías que también puede ayudar a tu bebé, incluso antes de nacer? La musicoterapia puede reportarte importantes beneficios, tanto durante el embarazo como tras la llegada del recién nacido, explican desde SaposyPrincesas.

El sentido del oído comienza a desarrollarse a partir del cuarto mes de gestación. Hoy sabemos que el bebé no nato es capaz de escuchar y reconocer los sonidos que le llegan desde el exterior, como las voces de sus padres. Se ha demostrado que hablar al bebé durante el embarazo sirve para comenzar a forjar el vínculo emocional entre los padres y su hijo y que tiene importantes beneficios sobre el posterior desarrollo del niño. En este sentido, la música también tiene mucho que aportar.

Por todo ello, cada vez es más frecuente realizar sesiones que pueden ser individuales o colectivas. Una de sus ventajas es que no se requiere esfuerzo alguno: sólo necesitamos nuestro sentido del oído y una mente abierta para dejarnos llevar por la música y las sensaciones que nos inspire. Además, permite que otras personas, además del otro progenitor, acompañen a la madre encinta en esta experiencia, por lo que es un momento perfecto para compartir.

Una terapia muy personal basada en las emociones

Una terapia muy personal basada en las emocionesTodos podemos beneficiarnos del poder de la música sobre nuestro estado de ánimo. Cada uno tenemos ciertos temas favoritos, generalmente asociados a momentos placenteros o de gran carga emocional en nuestra vida. La diferencia entre la música y la musicoterapia es que esta última es una terapia alternativa basada en un conocimiento profundo de estos efectos. Las sesiones están pensadas para favorecer ciertas emociones o estados de ánimo y ayudarnos a eliminar lo que no nos interesa.

Como cualquier terapia alternativa, hay que tener en cuenta que no se trata de una ciencia exacta. La forma en la que afecta la música a cada uno tiene un carácter muy personal, por lo que siempre debemos observar cómo nos sentimos después de realizar una sesión y consultar cualquier duda con nuestro terapeuta o nuestro médico.

Musicoterapia durante el embarazo

Para las madres gestantes, el empleo de la musicoterapia tiene un potente efecto relajante. Las sesiones están planteadas para crear un espacio de calma y tranquilidad, que nos permite atenuar los pensamientos que bombardean nuestra mente a cada momento del día y dejándola en calma. En este estado, somos más receptivos a las sensaciones provocadas por estímulos como la música.

Durante el embarazo, la musicoterapia puede ayudar a las futuras madres a reducir sus niveles de estrés y ansiedad, y a liberar tensiones físicas o emocionales. Además, enseña a la madre a conectar con su propio cuerpo, una práctica que muchos adultos hemos olvidado. El embarazo es un momento perfecto para que la madre aprenda a 'escuchar a su cuerpo', tanto desde el punto de vista físico como emocional. Para algunas madres, la música también puede ayudar a reducir el miedo al parto y que el bebé nazca más relajado y llore menos. En el caso de bebés prematuros, la música ayuda a estimular la lactancia materna.

Beneficios de la musicoterapia para el bebé

Para el bebé, la música representa un estímulo acústico fascinante e imposible de ignorar. Él no cuenta con la memoria de un adulto, pero comenzará a aprender rápidamente a asociar los sonidos con determinadas sensaciones, por lo que los beneficios de la musicoterapia también son extensibles al público infantil. Desde el punto de vista cognitivo, puede contribuir a una mayor capacidad de atención, que agiliza el aprendizaje, y fomenta la curiosidad, lo que le enseñará a procesar información sobre el mundo que le rodea mucho más rápido. Sus efectos también son positivos para el desarrollo de habilidades como el lenguaje, la creatividad o la música.

Por supuesto, no podemos perder de vista los beneficios emocionales de reforzar el lazo entre padres e hijos. La música es un potente transmisor de emociones. Un lenguaje sin palabras que todos somos capaces de entender a cualquier edad.