El café, ese gran aliado que tantas veces nos ha mantenido en pie a lo largo del día, puede no resultar tan bueno para algunas personas. Aunque una taza de este brebaje resulte ideal, e incluso imprescindible, para empezar bien el día, su consumo en exceso puede ser perjudicial para la salud.

Según una encuesta realizada por la OCU, el 93% de los españoles consume cafeína a diario. Refrescos, tés, algunos medicamentos? aunque esta sustancia se encuentra en diferentes bebidas o productos, el café sigue siendo el estimulante preferido en nuestro país.

Pero, ¿hasta qué punto es bueno?

Afortunadamente, un consumo moderado de cafeína no tiene efectos negativos sobre la salud. Esto quiere decir que no hace falta privarse de dos o tres cafés al día. Pero la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) cree que 400 miligramos de cafeína diaria, unos cinco cafés, es el límite marcado para evitar problemas de salud.

Sin embargo, la misma agencia asegura que si la cafeína se ingiere en combinación con algún tipo de bebida energética o alcohol, el límite se rebaja hasta los 200 miligramos por día.

Y como cada persona es un mundo y a cada uno le afecta este alcaloide de manera distinta, la EFSA reconoce que esta medida es orientativa y que los miligramos dependerán del peso de cada individuo. Más concretamente, recomienda situar el límite de tolerancia a la cafeína en 5,7 mg. por kilo.

¿Y si no tomamos café?

Además del café, existen otras bebidas que también contienen altas dosis de cafeína. Una taza de té negro de 200 ml tiene 50 mg; Una lata de 335 ml de refresco de cola contiene 40 mg o una lata de bebida energética de 250 ml cuenta con 80 mg.

Los niños tampoco se libran de los riesgos del exceso de cafeína. Están continuamente expuestos a este estimulante ya que algunos alimentos como el cacao lo contienen. Por ejemplo, una barra de 50 gramos de chocolate negro tiene 30 mg.

Las consecuencias de abusar de la cafeína

  • En el sistema nervioso. El café en exceso puede causar insomnio, ansiedad e irritabilidad. También puede producir jaquecas, temblores o taquicardias.
  • En el sistema digestivo. Aunque no hace falta que sea en exceso, su consumo puede producir molestias gastrointestinales, como vómitos o incluso úlceras gástricas, a personas con intolerancia al café. Además, en los pacientes con colon sensible puede irritar la mucosa gástrica y producir hiperperistaltismo.
  • Sobre el colesterol. Un estudio de 1995 demostró que el cafestol, sustancia presente en el café hervido y sin filtrar, aumenta considerablemente los niveles de colesterol. Aunque el café filtrado sólo contiene trazas de esta sustancia, debe ser tomado con precaución.
  • Adición y síndrome de abstinencia. Lejos de si su consumo es bueno o no, lo que ha quedado científicamente probado es que la cafeína crea adicción. Cuando los asiduos a esta sustancia dejan de tomarla, pueden experimentar un síndrome de abstinencia con irritabilidad, ansiedad, dolores de cabeza, fatiga o dificultad para concentrarse.