La aparición de flatulencias o gases en el tracto digestivo pueden amargarnos la sobremesa tras una comida con familiares o amigos. Y si surgen por algo que hemos comido durante la cena, puede afectar a la calidad del sueño y es probable que pasemos una mala noche.

Generalmente suelen estar provocados por lo que hayamos comido pero en la alimentación también está la clave para conseguir aliviarlos y que desaparezcan. No obstante, aclara el director de la Clínica ServiDigest, Josep Merlo, también es preciso consultar con un gastroenterólogo por si las molestias están provocadas por una patología o intolerancia alimentaria, a la lactosa, la fructosa o al gluten.

Lo primero que debemos saber son los alimentos más flatulentos, ha explicado este experto. Entre ellos señala la col, la coliflor, las alcachofas, las coles de Bruselas y las legumbres en general, aunque éstas últimas es mejor intentar cocinarlas de diferentes modos para mejorar su digestibilidad, antes de retirarlas por completo de la dieta.

También favorecen la aparición de gases alimentos más grasos como fritos, rebozados o 'snacks', los que contienen edulcorantes (sorbitol, manitol, etc.) y las bebidas con gas, tanto cerveza como refrescos.

Por contra, si somos propensos a tener gases este experto aconseja incluir en nuestra dieta alimentos fermentados tipo yogur o kéfir, ya que ayudan a mantener un buen equilibrio de la flora intestinal. "Si se prefiere no consumir lácteos hay otras opciones de alimentos fermentados que se pueden añadir en la dieta, como por ejemplo las ciruelas umeboshi: producto de origen japonés que se puede añadir en las ensaladas, verduras, arroz e incluso para hacer vinagretas", ha explicado.

Otro consejo importante es consumir frutas y verduras de temporada, maduras, ya que de ese modo la digestibilidad de las fibras mejora.

Asimismo, recuerda que hay hierbas o especias que pueden mejorar la digestibilidad. "Simplemente añadiendo orégano, laurel, anís estrellado o comino en la preparación de guisos, estofados o postres ya mejoramos la digestión", ha explicado Merlo.

También en este sentido son muy útiles las infusiones digestivas después de las comidas, para lo que recomienda prepara una infusión mezclando comino, anís verde o estrellado, alcaravea y cilantro y tomarla justo después de haber comido y cenado.

Además, se debe evitar seguir una dieta basada en productos fríos (cenas de fruta, cenas de ensaladas...) y recuerda que una forma de facilitar la digestión es añadir una sopa antes de la comida o acabar la comida con una infusión. "Éste detalle hace que la digestión sea más fácil que si solo se consumen alimentos fríos. Esto no quiere decir que siempre se tenga que comer caliente, pero si que se deberían combinar comidas frías con otras que contengan alimentos cocinados", según ha aclarado.

Otros consejos, alimentos aparte

- Comer despacio, masticando perfectamente la comida. Cuando se come despacio y se mastica bien el proceso digestivo se inicia en la boca, mezclando las primeras enzimas digestivas con la comida. Las porciones de alimentos que lleguen sin digerir en el colon serán fermentadas por las bacterias intestinales, produciéndose gas. En este sentido también se debe revisar las piezas dentales para garantizar que se pueda hacer una completa masticación.

- Comer en un ambiente relajado, sin tensión ni prisa. La ansiedad dificulta que la digestión se haga correctamente, aunque se estén consumiendo alimentos de fácil digestión.

- Fraccionar la dieta en 4-5 ingestas al día, evitando así llegar a las horas de las comidas con demasiado apetito.

- Evitar la inactividad. Cualquier tipo de actividad física mejorará la movilización del gas a nivel digestivo y aliviará el posible dolor que ocasiona que el gas quede retenido en el intestino. Un simple paseo de 30' a ritmo vigoroso al día puede ser suficiente para esta finalidad.

- Evitar llevar prendas ajustadas en la zona digestiva. Las fajas, los pantalones apretados y cualquier prenda que impida el flujo del aire por el intestino va a ocasionar más retención de gas y consecuentemente más distensión abdominal.