La pesadez, el hinchazón abdominal o el ardor estomacal son problemas que aparecen con más frecuencia de la que deseamos. Y es que ciertos alimentos que nos resultan irresistibles pueden provocar que nuestras digestiones sean más largas y pesadas.

Estos molestos trastornos afectan cada vez a más gente por razones diversas, desde los nervios o el estrés hasta el ritmo de vida. En otros casos, también influyen el tipo de alimentos que ingerimos, algunos de los cuales no ayudan a facilitar el proceso digestivo. De hecho, en muchas ocasiones detrás de los problemas estomacales hay una mala digestión.

Aunque cada persona es un mundo y las intolerancias alimentarias son muy variadas, hay alimentos capaces de bloquear las digestiones y provocar malestar. Estos son sólo algunos de ellos:

1. Los lácteos

El consumo de leche y sus derivados puede causar distención abdominal, gases o diarrea a quienes sufren intolerancia a la lactosa pero también a los que no. Cuando más tratado sea el producto lácteo y más añadidos tenga, más pesado será a la hora de digerirlo.

2. Zumo de naranja en ayunas

Desayunar zumo de naranja es algo muy habitual en nuestro país. Sin embargo, tomarlo en ayunas no tiene los mismos efectos que tomar la fruta fresca en sí, ya que puede provocar náuseas e inflamación abdominal.

3. Los alimentos fritos y ricos en grasas

Las patatas fritas, las pizzas o las hamburguesas pueden parecen una buena opción cuando no tenemos tiempo para preparar una comida en condiciones. Pero este tipo de alimentos ricos en grasas y fritos puedes bloquear tu digestión. Para deshacerse de las grasas, el estómago necesita emplear más bilis, provocando que la digestión sea más pesada y que aparezcan los reflujos y ardores. Para que los fritos sean más ligeros, bastará con que cambies con frecuencia el aceite que utilices para hacerlos y los escurras bien.

4 Los alimentos picantes

Las guindillas y en general todos los alimentos picantes pueden provocar acidez, reflujo ácido, gastritis o dolores estomacales. El consumo continuado de comida picante puede irritar el esófago y provocar problemas más serios.

5. Carnes rojas

El elevado nivel de proteínas de estos alimentos hace que resulten difíciles de digerir. Las carnes rojas, sobre todo si se consumen por la noche antes de dormir, pueden provocar malestares y frenar la eliminación del ácido láctico.

6. Las setas

A pesar de tratarse de un alimento bajo en calorías, la quitina y la fibra dietética que contienen hacen que su digestión no sea sencilla. Además, cuentan también con un alto nivel de proteínas que, al igual que la carne, puede provocar ciertos malestares.

7. Los huevos cocidos

Los huevos no son malos en sí. Muchos deportistas basan su dieta en claras de huevo, un alimento perfecto para ganar músculo. Sin embargo, el problema llega cuando el huevo se cocina demasiado y la yema (la parte que concentra las grasas) queda coagulada en una masa difícil de digerir. Una alternativa más ligera es apostar por un huevo escalfado o frito en un poco de aceite.