La piel "tiene memoria" y todo el sol que recibe durante años puede tener consecuencias nefastas para la salud como el desarrollo de uno de los cánceres más agresivos, el melanoma, que ha aumentado a un ritmo del 10 por ciento anual.

Lo asegura, en declaraciones a Efe, la oncóloga Pilar López con motivo de la conmemoración mañana del Día Europeo para la Prevención del Cáncer de Piel, en las que apunta que si bien la gente cada vez está más concienciada en medir su exposición al sol "cuesta mucho cambiar hábitos".

El melanoma, explica, es la "cancerización" de una célula, el melanocito, que es la que lleva el pigmento, la melanina, "lo que nos da el color y que reside en la piel".

López recuerda que los expertos alertan con frecuencia de los riesgos de tomar el sol en exceso y sin protección, advertencia que es seguida "menos de lo que nos gustaría", ya que aumenta la incidencia cada año.

"La piel tiene memoria, y si no la hemos cuidado en la infancia y en la adolescencia, lo vemos reflejado 20 o 30 años después", apunta la oncóloga médica, quien explica que se ven casos de melanoma con 35 años, aunque el pico de incidencia estaría en torno a los 45 y 50 años.

Los primeros síntomas de la enfermedad son los cambios en el aspecto de lunares o manchas, como en los bordes o el color con lo que hay que consultar al dermatólogo lo antes posible.

"Que no se esperen a que sangren o piquen y sea demasiado tarde", pide la experta, quien resalta que aunque ha aumentado la incidencia del melanoma, no lo ha hecho la mortalidad debido a la detección precoz.

El tratamiento de la enfermedad depende de la fase en la que se encuentre, si es superficial (1 milímetro) "muchas veces con una reserción es suficiente"; si mide entre 1 y 4 milímetros, la cirugía también podría resolverlo, pero "el problema es cuando está más avanzado" que habría que acudir a terapias que "han mejorado mucho" en los últimos.

"Pero mejor no llegar a esa fase", puntualiza López, oncóloga de MD Anderson Cancer Center.

La experta insiste en que la piel es "la puerta de entrada de muchos otros problemas, es el órgano más grande del cuerpo y si lo tenemos bien cuidado nos va a proteger de otras agresiones".

Así, recomienda que se utilice como mínimo una crema con factor 30 de protección solar, y se renueve cada dos horas, se evite tomar el sol en las horas centrales del día (de las 12.00 horas a las 17.00 horas), se usen sombreros y gafas.