El agua es un nutriente esencial que cumple importantes funciones en el organismo como, por ejemplo, el transporte de nutrientes, la eliminación de productos de desecho, la regulación de la temperatura corporal.

Mantener la hidratación

Por ello, es esencial reponer las pérdidas de agua y de sales para mantener un nivel de hidratación adecuado y un buen estado de salud mediante los alimentos y las bebidas. De cantidad total que requiere el cuerpo, entre un 20 por ciento y un 30 por ciento proviene de los alimentos y entre un 70 por ciento y un 80 por ciento de las bebidas.

Por este motivo, en el 'I Congreso Internacional de Hidratación' se han establecido diez pautas fundamentales, publicadas en la Revista Española de Nutrición Comunitaria, para mantener una adecuada hidratación:

1. Hay que leer la información nutricional de las bebidas y la relativa a la cantidad de calorías que aportan éstas.

2. El agua cumple importantes funciones en el organismo, como el transporte de nutrientes, la eliminación de productos de desecho o la regulación de la temperatura, y posee cualidades estructurales y lubricantes.

3. Los requerimientos de agua diarios establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) son de 2 y 2,5 litros por día para las mujeres y hombres adultos respectivamente, dependiendo también de su estado fisiológico, la actividad física y las condiciones ambientales de cada momento.

4. Cada vez hay más concienciación entre la población sobre la importancia de estar adecuadamente hidratados durante todo el día.

5. Los grupos de población más vulnerables de sufrir hipo-hidratación son niños, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia y las personas mayores.

6. Todas las bebidas no alcohólicas que contengan más del 80 por ciento de agua y menos de 50 mEq/l de sal son fuente de hidratación.

7. Una deshidratación de un 2 por ciento de pérdida de masa corporal o más tiene impacto en el rendimiento físico, y puede afectar al estado de ánimo y habilidades cognitivas como la coordinación visual-motora, la atención y la memoria a corto plazo.

8. La deshidratación puede alterar la actividad cerebral y el funcionamiento de ciertos sistemas neurotransmisores involucrados en el proceso cognitivo, así como obstaculizar la permeabilidad de la barrera del cerebro.

9. La deshidratación también deteriora el rendimiento en el ejercicio aeróbico, particularmente en los climas más cálidos.

10. Aumentar diariamente la ingesta de agua y líquidos en pacientes que sufren dolores de cabeza, especialmente entre aquellos cuyas ingestas se encuentran por debajo de los niveles recomendados, puede reducir la intensidad y el número de episodios.