Con más de 12.000 expertos en todo el mundo, el psicoanálisis forma parte habitual de los tratamientos de salud mental. Cada vez se separa más de la imagen tópica del diván para dar paso a terapias psicoanalíticas cara a cara, breves, de pareja, de familia, de grupos o institucionales.

Según explica Pedro Gil Corbacho, vicepresidente de la Asociación Psicoanalítica de Madrid, el psicoanálisis es un método eficaz que va al núcleo de la patología, aborda y resuelve el dolor psíquico o la angustia, dando al individuo la posibilidad de resolver conflictos y enigmas de su existencia a través del diálogo y la palabra.

En este listado te presentamos 9 aspectos que ayudan a clarificar las bases del psicoanálisis en su práctica diaria:

1. El poder del inconsciente

El psicoanálisis es una manera de entender al ser humano en la que el mundo inconsciente tiene una enorme influencia en las conductas, emociones, percepciones o la vida social. En el psiquismo inconsciente hay fuerzas muy poderosas y representaciones de sí mismo, del mundo social y personal absolutamente desconocidas para el propio individuo. Descubrir estas fuerzas y representaciones del inconsciente le ayudarán a cambiar conductas y emociones alteradas.

2. Encontrar el origen de los problemas

En la práctica clínica el paciente en conflicto cuenta lo que le sucede al psicoanalista o psicoterapeuta y éste le ayuda a encontrar el origen del problema. Al comprender o hacer conscientes sus motivaciones, el individuo recupera libertad para actuar sobre los conflictos que subyacen a sus acciones, entre ellas malas decisiones o compulsiones repetitivas que le han llevado a la situación de conflicto en la que se encuentra.

3. Ayudar al cuerpo ayudando a la mente

Angustia, ansiedad y nerviosismo pueden ser fruto de un conflicto inconsciente que se puede manifestar en trastornos físicos en los sistemas gástrico, circulatorio, respiratorio o dermatológico. Pueden ser trastornos psicosomáticos que constituyen una manifestación física de la angustia. Muchas personas acuden a su médico de cabecera para tratar problemas físicos en los que subyace gran sufrimiento psíquico.

4. Los trastornos más tratados

Aunque se puede abordar cualquier tipo de conflicto en los pacientes, los psicoanalistas trabajan sobre angustia, fobias, depresión, trastornos obsesivo compulsivos, trastornos límite de la personalidad, trastornos paranoides, esquizoides y de control de impulsos o delirantes.

5. La escucha: técnica fundamental

La principal técnica es un encuadre donde la escucha del paciente, no sólo de sus palabras sino también de cómo las dice, o las emociones que expresa son el punto de partida para ampliar la visión de lo que manifiesta con la palabra. Al avanzar en las sesiones se aumenta en profundidad y extensión del conocimiento sobre los conflictos del paciente, claves de su sufrimiento y con ello va surgiendo la posibilidad para que el propio paciente los supere y se sienta más libre de ese sufrimiento, seguro y satisfecho.

6. Transferencia: trabajar las emociones

Otra de las técnicas más importantes en el psicoanálisis es el uso de la transferencia. Según señala Gil Corbacho, la transferencia se define como un movimiento emocional en el que el paciente coloca en la figura del psicoanalista emociones que no le pertenecen a éste sino que surgen de la mente del paciente en relación a determinadas figuras importantes en su vida como las figuras parentales, hermanos, etc.

El psicoanalista trabaja desde una posición neutral pudiendo así observar qué figuras internas del universo psíquico del paciente surgen en la relación médico-paciente. En la contra-transferencia el psicoanalista trabaja desde las emociones que despierta en él el paciente.

7. Relación con otras terapias

Según señala el psiquiatra, el psicoanálisis alcanza un grado de profundidad en el tratamiento del paciente que no alcanzan otras metodologías, pues se alcanza un conocimiento de las razones inconscientes de los problemas del paciente que permite dotar de estructura su vida, modificarla.

Gil Corbacho apunta que existen prestigiosos profesionales como el doctor Otto F. Kernberg de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) que utilizan la terapia psicoanalítica y trabajan junto a terapeutas cognitivo-conductuales, buscando en un inicio el origen de los conflictos para pasar después a trabajar con el aprendizaje en los pacientes.

8. En el siglo XXI, adiós a los prejuicios

"Existen aún quienes consideran que el psicoanálisis es una técnica del siglo XIX, que tiene que ver con una concepción reducida y concreta de la sexualidad infantil y en la que existe una sola indicación de tres o cuatro sesiones a la semana en un diván", aclara el psicoanalista.

En la actualidad existen diversos tipos de terapia que conllevan un número determinado de sesiones como psicoterapias breves configuradas en 12 sesiones, o terapias individuales, de pareja o grupales que se estructuran para tener una duración de 20 a 40 sesiones.

Se puede conocer un poco mejor cómo se aplica el psicoanálisis a la sociedad actual a través del blog 'Opiniones de psicoanalistas' (opinionesdepsicoanalistas.com), donde se tratan a través de tres artículos semanales noticias y cuestiones del mundo social desde la perspectiva psicoanalista.

9. El legado de Freud

"La neurociencia ha demostrado que las teorías de Freud no eran especulativas sino que tenían una base orgánica, imposible de dilucidar en la época en la que vivió, como es el caso por ejemplo de la plasticidad neuronal", apunta Gil Corbacho.

Según señala el psiquiatra, el cerebro es un órgano plástico en el que emociones, experiencias y percepciones dejan huellas que se organizan como alternativas posibles a la estructura existente. "Con el tratamiento es posible ir modificando esta configuración mental y neuronal", señala Gil Corbacho.

La interpretación de los sueños continúa siendo una herramienta indispensable en el psicoanálisis actual ya que supone "una fotografía del mundo psíquico del paciente", en palabras del psicoanalista. Freud planteó que las emociones que de forma consciente el individuo no reconoce como la envidia, la rabia o el deseo organizan sueños que informan al psiquismo.

"Los textos clásicos de Freud sobre cultura y sociedad, psicología de las masas o el análisis del yo continúan vigentes en la cultura, arte o en la preparación de campañas electorales y publicitarias porque apelan a una vía emocional inconsciente en el público al que se dirigen", concluye Gil Corbacho.