Los centros para el tratamiento de ébola que Médicos Sin Fronteras dirige en África Occidental son los más grandes jamás construidos. Este es el interior de la zona de alto riesgo de uno de estos centros. Un centro de ébola siempre se divide en dos zonas: una donde el riesgo de infección es alto y otra donde el riesgo es bajo. Las oficinas y las áreas de almacenamiento y, siempre que sea posible, un laboratorio, se encuentran en la zona de bajo riesgo. Los pacientes están en la zona de alto riesgo.

"No es fácil establecer y dirigir este tipo de centro. El riesgo de infección es complejo y, por lo tanto, se deben aplicar procedimientos de seguridad excepcionalmente estrictos. Nadie tiene experiencia en estos grandes centros de ébola. Los procedimientos se están actualizando constantemente", señala la ONG.