La retención de líquidos es esa sensación que persigue muchas mujeres. Principalmente, los líquidos se suelen retener en la parte de los tobillos y de las piernas, pero incluso también alrededor de los ojos.

Un mito falso es que la retención de líquidos es consecuencia del consumo excesivo de agua. Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan constantes. Por eso, si se bebe más agua de la cuenta, no sucede nada, ya que ésta es eliminada por los riñones en forma de orina o a través de las glándulas sudoríparas.

El problema se origina cuando, por algún motivo, el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener este equilibrio, por lo que se produce la llamada retención de líquidos.

Si esto te sucede, tan solo hay que intentar seguir unos hábitos de vida saludables y controlar el consumo de alimentos que pueden intervenir es este problema. Porque, como bien dice el refrán, "cada persona es un mundo", y a cada persona le afecta o no determinado alimento.

Partiendo de la base de que cada uno conocemos qué le sienta bien y qué no a nuestro cuerpo, estas son unas pautas básicas a seguir para evitar la retención de líquidos:

1. Tomar fruta o batidos verdes en ayunas.

2. Añadir a las ensaladas perejil, achicoria, endivia o espárragos.

3. Comer huevos, pescado y legumbres.

4. No merendar pasadas las 6 de la tarde frutas cítricas.

5. No cenar yogures a diario, pues le quitan potencia al aparato digestivo.

6. Evitar los fritos, los empanados y los helados, ya que dificultan la digestión.

7. Andar alrededor de 10 minutos después de comer.

8. Descansar con las piernas en alto de vez en cuando, para ayudar a favorecer la circulación de la sangre.