La comida puede traer, en ocasiones, circunstancias no deseadas. Ocurre con el sobrepeso derivado de una ingesta excesiva de alimentos por razones de hábitos. Personas de todas las edades a las que les resulta difícil controlar sus costumbres en la mesa, donde a veces los caprichos, el comer rápido o ciertos nervios hacen que el metabolismo de la comida no sea el más deseado. Un proceso que, ayudado por el sedentarismo y el estrés que se van adueñando de la sociedad, se traduce en problemas de sobrepeso y obesidad.

Las costumbres, que son el resultado de procesos de aprendizaje y automatismos, se ubican en la mente. Por tanto, es preciso concienciarse de que un cambio en el cuerpo viene dado por un cambio en la conducta, aunque sea difícil cambiar los hábitos. De esto se encarga la hipnosis clínica, un método para adelgazar que está ganando muchos adeptos en España.

La eficacia de la hipnosis clínica reside en la motivación. Se ahonda en el subconsciente del paciente para reconocer cuáles son las prácticas que perjudican su alimentación. Por lo general, el problema de sobrepeso surge cuando se come por encima de lo necesario, así que la hipnosis ayuda a detectar cuándo el cuerpo está saciado y a aprender que hay que comer sólo cuando se tiene hambre.

La hipnosis clínica emplea técnicas de aprendizaje que ayudan a ser consciente de los malos hábitos ante el plato y, por supuesto, a cambiarlos para convertirlos en costumbres más saludables. Se trata de métodos que sitúan a la persona ante la realidad del ritual que sigue a la hora de comer y la orienta para que lo reemplace por un proceso en el que se percate de lo que come y de la forma en la que lo hace.

Los métodos que se siguen para la hipnosis clínica son totalmente seguros para el paciente y no incluyen ninguna clase de efectos secundarios. La hipnosis clínica se aplica con frecuencia en psicología y es una técnica que se desarrolla siempre bajo la supervisión de un experto.