El relleno de colágeno en las plantas de los pies era hasta hace poco el método más 'in' para poder lucir unos tacones altossin morir en el intento. Sin embargo, a esta solución, que ya tenía no pocos detractores entre los podólogos y otros especialistas médicos, se suma ahora otra aún más aberrante: la amputación de los dedos meñiques.

La moda llega de Estados Unidos, donde esta práctica está cogiendo auge entre las mujeres que tienen dolores en los pies como consecuencia del uso habitual de tacones cada vez más altos y hormas demasiado estrechas. Esta nueva tendencia es rechazada tajantemente por los expertos, que advierten de los serios problemas que puede conllevar.

"Amputar los dedos meñiques por una cuestión estética es una cuestión poco ética por parte del cirujano que vaya a realizar la intervención, aunque la decisión última será suya y del paciente. Otra cosa es tener que amputarlo por criterios de salud, porque el paciente tenga dolor o una grave malformación que implique una falta de movilidad", comenta el podólogo Borja Pérez, portavoz del Colegio de Podólogos de Galicia, donde ya se ha debatido esta cuestión, aunque que ningún colegiado haya recibido una propuesta de este tipo.

El especialista reconoce que el meñique o quinto dedo, al estar en constante contacto con el calzado es más propenso a causar molestias y a desarrollar patologías, como los juanetes, o deformidades que el resto de dedos, y que también tiene una recuperación más lenta y complicada. También patologías como la diabetes y la enfermedad vascular periférica y la osteomielitis pueden obligar a la amputación de este y otros dedos. Sin embargo, insiste en que su amputación ha de ser siempre la última solución quirúrgica. "La amputación solo es solución cuando los tratamientos específicos y la cirugía previa han fallado", recalca.

El especialista añade que estas amputaciones quirúrgicas suelen ser parciales, ya que la ausencia de este dedo implica sobrecargas en otras zonas del pie y repercute en el equilibrio corporal durante la dinámica.

Las molestias en el quinto dedo son comunes cuando se usan de forma prolongada zapatos de tacón alto y puntera estrecha porque además de proyectarse toda la carga corporal a la zona anterior del pie, hay un compromiso del espacio debido a la horma del calzado. Para paliar estas molestias, el especialista recomienda la utilización de plataformas, aunque matiza que lo más recomendable es no abusar de los tacones que superen los cinco centímetros, ya que además de deformar el pie, compromete a otras partes del cuerpo, como las rodillas, las pantorrillas y la columna vertebral, además de afectar al equilibrio. "Esto no quiere decir que no se pueda llevar unos zapatos altos en una boda, pero su uso continuado diario terminará alternado los pies, provocando callos y malformaciones en los dedos, y dañando la espalda, ya que el cuerpo se inclina hacia delante", advierte.

Según el doctor Pérez, la atención que se le presta a la salud de los pies. "Los zapatos hechos con materiales como el plástico son más rígidos y aplican más presión y transpiran menos, por lo que ocasionan muchos más problemas que un calzado fisiológico", asegura.

Modas históricas

Los pies han sufrido otros tratos aberrantes a lo largo de la historia en pro de la estética. Tal vez el ejemplo más conocido sea el de "pie de loto", práctica que hasta hace unos años era muy popular en China y que consistía en aplicar una venda ajustada a los pies de las niñas para prevenir su crecimiento. "Esta práctica ocasionaba importantes deformidades en los pies", recuerda el portavoz del Colegio de Podólogos de Galicia. Hoy en día, las pocas mujeres con "pie de loto" que quedan en China, son ancianas con importantes problemas de movilidad que necesitan cuidados y asistencia continua. Probablemente la moda de la amputación del meñique por razones estéticas tendrá también su fecha de caducidad, aunque mientras tanto puede estar creando muchos problemas futuros a quienes deciden prescindir del quinto dedo a cambio de lucir los tacones más altos del mercado.