Expertos de la Red de Investigación de Enfermedades Renales (REDinREN), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) han encontrado la proteína desencadenante de la preeclampsia en embarazadas.

Estos especialistas, que ya han patentado la solución, han demostrado tras realizar diversos estudios que la endoglina soluble "tiene un papel fundamental" en la génesis de las alteraciones hemodinámicas y renales que se observan en la preeclampsia, enfermedad que es la forma más grave de hipertensión durante el embarazo "y la segunda causa de mortalidad materna".

Este hallazgo, que va a ser publicado en la revista especializada 'Circulation', ha sido coordinados por los profesores Carmelo Bernabeu y José Miguel López-Novoa. Ambos han descubierto también que los niveles elevados de colesterol oxidado "tienen un papel importante en la liberación de la endoglina soluble a través de su unión a unos receptores específicos (receptores LXR) y la activación de una enzima llamada metaloproteinasa".

Para López-Novoa, cuando se administran niveles elevados de colesterol oxidado a ratones normales, "se observa un aumento de la presión arterial y de los niveles de endoglina soluble en sangre", algo que se une al hallazgo de que el ratón transgénico "tiene niveles anormalmente altos de MMP14 e hipertensión".

La preeclampsia, que tiene una incidencia del cinco por ciento en mujeres residentes en países desarrollados, "funciona dañando el endotelio, los riñones y el hígado"; siendo el mayor peligro para la madre el hecho de que desemboque "en una eclampsia que de lugar a convulsiones y coma", aseguran.

Además, puede provocar en el feto complicaciones, como "retardo de crecimiento intrauterino, mortinatalidad y prematurez", afirman. Con estas circunstancias se incrementan "los riesgos inmediatos y las secuelas de por vida", manifiestan.

En la actualidad, cerca del 10 por ciento de las mujeres presentan hipertensión en el curso del embarazo, cifra que "alcanza hasta el 20 por ciento en el caso de las nulíparas", subrayan desde estas tres instituciones. Este es un factor de riesgo para la preeclampsia, junto a la proteinuria y los edemas; que "suelen aparecer en el segundo y tercer trimestre del embarazo".

Para esta patología no existe aún un tratamiento efectivo, por lo que el procedimiento a seguir es "realizar una cesárea o provocar el parto", destacan. Además, su patogenia exacta también es "básicamente desconocida", lamentan.