Si algo caracteriza a la firma automovilística SsangYong es su tradición en la producción de modelos todocamino y todoterreno. No en vano es el fabricante de coches coreano más antiguo, pero a día de hoy se mantiene fiel a su genética SUV y 4WD.

Un claro ejemplo de ello es la cuarta generación de su buque insignia, el imponente Rexton lanzado a principios de este año con un claro avance respecto a su predecesor en todos los aspectos posibles: diseño, tecnología, habitabilidad y calidad interior, eficiencia... E incluso se mejoró uno de los aspectos en los que ya más destacaba: su capacidad off-road. Disponible con tracción trasera o de cuatro ruedas motrices de tipo conectable, y con cambio manual de seis velocidades o automático de siete, el nuevo Rexton cuenta con el robusto y fiable motor diésel D22 DTR de cuatro cilindros en línea que ha sido evolucionado para rendir 181 cv a 4.000 rpm y un par máximo de 400 Nm desde 1.600 a 2.600 rpm (420 Nm desde 1.400 a 2.800 rpm en las versiones con cambio automático). El motor fue sometido a una profunda revisión con el objetivo de reducir sus vibraciones y sonoridad, y está dispuesto longitudinalmente para ofrecer un equilibrado reparto de pesos del 50% entre ambos ejes y por consiguiente un mejor comportamiento dinámico.

Imparable

Las versiones 4x4 del nuevo Rexton cuentan con algo de lo que carecen la mayoría de todocaminos del mercado, y lo que le otorga la denominación de todoterreno con mayúsculas: la reductora. Con este sistema mecánico, el buque insignia de la marca coreana brinda un comportamiento insuperable más allá des asfalto. Con la reductora la capacidad off-road del Rexton es impecable por muy complicado que sea el trayecto. Precisamente para los menos avezados en estos contextos, el todoterreno de SsangYong ofrece sistemas de ayuda a la conducción como el asistente de arranque en pendientes y control de descensos regulable. La altura libre del nuevo Rexton oscila entre los 20,5 y 22,3 cm según versiones.