La lucha en la que se encuentra inmersa la industria del automóvil en la búsqueda de nuevas soluciones más eficientes y limpias ha colocado a la electricidad en un papel absolutamente protagonista. No obstante, hay vida más allá de lo eléctrico en la industria del motor. Algo que se ha propuesto demostrar Seat.

La marca española, sin permanecer ajena a las tendencias de electrificación que predominan en el sector, ha dejado claro que hay otras alternativas de marcada eficiencia. Y una de ellas es el Gas Natural Comprimido (GNC). Desde hace años, Seat vio en el GNC una clara oportunidad de posicionar su gama de productos entre los más «limpios» del mercado. Los turismos compactos León y los urbanos Mii fueron los encargados de abrir el fuego con sus respectivas versiones híbridas de gasolina y GNC TGI. Ahora le ha tocado el turno al Ibiza.

La recientemente estrenada última generación del Ibiza acaba de incorporarse al catálogo TGI. Para ello ha recurrido al nuevo motor 1.0 de tres cilindros y 90 cv que funciona indistintamente con gas o gasolina. Y los resultados en materia de eficiencia, son demoledores. Seat anuncia para este Ibiza un consumo medio homologado de 3,3 kg/100 km en modo GNC o, lo que es lo mismo, un gasto de 3,22 euros para recorrer 100 km, valorando el precio medio de GNC de 0,975 €/kg.

Unas cifras claramente inferior a la de los modelos homólogos equipados con los motores de gasolina 1.0 TSI y diésel 1.6 TDI, ambos de 95 cv, respecto a los que el TGI se presenta un 45,14% y un 31% más económico, respectivamente. El consumo en modo de gasolina la marca lo sitúa en 5 litros. Otro de los puntos fuertes de este modelo es un rango de autonomía de hasta 1.194 kilómetros. Los primeros 400 corresponden al depósito de GNC mientras que el resto se recorren con la gasolina.

El GNC se almacena en dos depósitos cilíndricos ubicados debajo del maletero, bajo los más estrictos estándares de calidad y seguridad. La colocación de estos recipientes le resta cierto volumen al maletero, cuya capacidad de carga inicial es de 262 litros. Además, las dos bocas de llenado de GNC y gasolina se encuentran situadas juntas y se accede a ellas desde la misma trampilla.

Doble combustible

El funcionamiento de este sistema dual es muy sencillo. El Ibiza TGI utiliza siempre como fuente principal el GNC y solo recurre a la gasolina cuando se agota el gas. Un cambio de combustible que se hace de manera automática y que es totalmente imperceptible para el conductor que se cerciora de la transición gracias al testigo que aparece en el cuadro de relojes, junto a los indicadores de nivel de gasolina y GNC. En lo referente al rendimiento del vehículo, el TGI iguala la velocidad máxima de 180 km/h del TSI de 95 cv, aunque tarda casi un segundo más en acelerar de 0 a 100 km/h al emplear 12,1 segundos. Asimismo, la utilización del GNC reduce de manera considerable las emisiones de CO2, las que Seat sitúa en tan solo 88 g/km.

La gama Ibiza TGI se estructura en torno a los niveles de acabado Reference, Style, Xcellence y del deportivo FR. Un catálogo que la firma española ha decidido reforzar a todos los niveles, ofreciéndolo al mismo nivel de precio que los modelos de gasolina equivalentes. Además, cuenta con otra serie de promociones como el regalo de una tarjeta de combustible de gas, gracias al acuerdo suscrito con gas Natural Fenosa. Si a ello le añadimos el ahorro económico en la conducción diaria y las reducidas emisiones contaminantes de esta motorización, convierten al TGI en una más que interesante alternativa.