Cuando el Infiniti QX50 llegue a nuestro mercado en la segunda mitad de 2018 supondrá toda una revolución, ya que vendrá equipado con un innovador motor de relación de compresión variable que ofrecerá la eficiencia y par motor de los propulsores diésel y la suavidad y explosividad de los bloques gasolina.

Con una longitud de 4.693 mm se sitúa en el segmento medio premium del mercado SUV, en el que destaca por su inigualable espacio interior. La marca asegura que será el mayor de su clase, con un amplio habitáculo para cinco pasajeros y un maletero de nada menos que 895 litros, ampliable a 1.699. Además, en este espacio se disfrutará de una gran calidad de vida a bordo gracias a la utilización de materiales nobles, la más avanzada tecnología de conectividad e infoentretenimiento y a un nivel de insonorización del habitáculo envidiable.

Pero como comentábamos si por algo se distinguirá este modelo será por su aspecto técnico con el motor VC-Turbo, el primer propulsor del mundo con relación de compresión variable en producción y capaz de alternar los ciclos de combustión Atkinson y normal sin interrupción, lo que facilita una mayor eficiencia y rendimiento. Durante su funcionamiento, el motor VC-Turbo del QX50 permite elegir cualquier relación de compresión entre 8:1 (para un mayor rendimiento) y 14:1 (para una mayor eficiencia. De este modo, la capacidad del motor varía entre 1.997 cc y 1.970 cc.

Independientemente de esto, proporciona una potencia máxima de 268 cv y unos extraordinarios 380 Nm de par motor a 4.400 rpm. Esto quiere decir que a salida de potencia específica del VC-Turbo es mayor que la de otros muchos motores turbo de gasolina, y se aproxima al rendimiento de algunos motores de gasolina V6. A todo esto cabe sumar que el VC-Turbo también es más suave que los motores en línea convencionales, y ofrece los bajos niveles de ruido y vibración propios de un V6 tradicional.

Para adaptarse al carácter transformativo, el motor VC-Turbo, Infiniti ha elegido la nueva transmisión variable continua (CVT) Xtronic, un sistema que permite prescindir de los engranajes tradicionales. Este cambio responde al instante a las órdenes del conductor, con un número infinito de marchas que se emparejan con la transformación del motor a través de las distintas relaciones de compresión.

Apoyo pero no autonomía

Los clientes de Infiniti han expresado su deseo de mantener plenamente su capacidad de decisión al volante, así que la visión de la conducción autónoma de la marca se aleja de la idea de un vehículo totalmente autónomo y ´sin conductor´ a la que aspiran otros fabricantes.

Por ello el QX50 dispondrá del ProPILOT Assist. Se trata de un paquete que ayuda al conductor a controlar la aceleración, a frenar y a determinar el rumbo durante la conducción por carretera en un solo carril. Instalada por primera vez en un modelo de la marca japonesa, esta tecnología reduce de manera efectiva el estrés de la conducción de avance intermitente y los cruces de carreteras. Actuando como ´copiloto´ al servicio del conductor, se encarga de la conducción por un carril con solo pulsar un botón, sin necesidad de que el conductor intervenga en la aceleración, el frenado ni la determinación del rumbo.