l ASX 2017 es una evolución del modelo de 2015 y éste lo es a su vez del original de 2010. Puede quien diga que Mitsubishi se ha pasado de continuista, pero lo cierto es que si algo funciona, ¿para que lo vas a cambiar?. Y el ASX funciona a la perfección en todos los aspectos: en el plano comercial habiéndose convertido en siete años en uno de los pilares fundamentales de la marca de los tres diamantes; y en el estricto sentido de la palabra funcionamiento, ya que este SUV se comporta a la perfección en carretera, y también fuera de ella si no se le somete a zonas muy exigentes.

El ASX 2017 ha evolucionado lo justo con respecto a su predecesor. Exteriormente destaca el rediseñado frontal y la antena de la radio que ahora es en forma de aleta de tiburón. La modificaciones en la carrocería hacen que este SUV alcance ahora los 4,36 metros de longitud, 6 más que en el modelo de 2015.

Este incremento de dimensiones no se traduce en cambio en un mayor espacio interior, conservándose la ya destacable habitabilidad del anterior ASX. Sí ha mejorado por contra el confort, con unos asientos más cómodos, que reducen la fatiga en largos desplazamientos.

Pero el interior no es sólo más confortable sino también más atractivo, con numerosos elementos ornamentales lacados en negro. Lástima que no se haya hecho un mayor esfuerzo en reducir las superficies provistas de plásticos duros en favor de las blandas que recubren la mayor parte superior del salpicadero.

Donde no hay modificación alguna es en apartado de motores, conservándose la oferta de dos propulsores, con dos : 160 DI-D de 114 CV y 220 DI-D de 150 CV— y el gasolina 160 MPI de 117 CV. En este caso la unidad de pruebas contaba con el motor diésel de 114 CV, asociado por defecto a un cambio manual de seis velocidades y con tracción delantera. Una de los aspectos que más nos gustó del ASX fue precisamente la respuesta de este propulsor, con una entrega de potencia contundente y lineal desde la parta baja del cuentavuetas y hasta la zona roja del mismo.

Esta potencia posibilita unas vigorosas recuperaciones en carretera, por lo que apenas hay que jugar con el cambio de marchas para realizar adelantamientos, además de que en ciudad se puede circular a baja velocidad con marchas altas, lo reduce notablemente el consumo urbano. La marca anuncia una cifra en ciclo mixto de 5,7 litros a los 100 km, lo que supone disfrutar en su gama de un modelo realmente eficiente.

También nos gustó mucho el comportamiento general del ASX. Unas suspensiones con un acertada dureza permiten que las irregularidades tanto del asfalto como de los caminos empedrados no se filtren en el habitáculo, pero lo suficientemente duras como para mantener firme la carrocería en las curvas. Esto, unido a una dirección bastante directa y transmisiva, hace que se goce de una gran sensación de seguridad al volante.

En definitiva, y tanto por su precio, estando disponible por algo menos de 18.000 euros, como por sus prestaciones, diseño y confort a bordo, estamos ante uno de las alternativas más interesantes del segmento todocamino compacto.