Cuando pensaba en el ´anticoche´, no sé por qué siempre me venía a la cabeza el Kia Rio del año 2000. Supongo que sería por sus aburridas y redondeadas formas, por su simpleza y por esas delgadas ruedas que más bien parecían de bicicleta; 17 años después, la cuarta generación del Rio no solo ha dejado de ser el ejemplo de lo que no debería ser un coche, sino que es un auténtico referente en su segmento.

Este vehículo es el fiel reflejo de la rápida evolución que ha experimentado Kia. Puede que 17 años suene a mucho tiempo, pero con todo lo que ha hecho la firma coreana, es todo un récord de precocidad. En menos de dos décadas ha pasado de ser una marca desconocida y de concepto low-cost, a rivalizar en Europa con firmas ampliamente reconocidas por su calidad y tradición.

En esta evolución siempre ha tenido mucha importancia el Rio, ya que se sitúa en uno de los segmentos de mayor volumen de ventas en el viejo continente como es el B, y además junto al Picanto, supone la puerta de entrada a la marca. Y desde luego, si alguien tiene que juzgar a Kia por este último Rio, seguro que tendrá un muy buen concepto de la casa coreana.

Bonito y funcional

Aunque lo merece, no vamos en entrar a valorar en profundidad el diseño del nuevo Rio, ya que un simple vistazo sirve para darse cuenta de que es un coche innegablemente bonito. Sí destacaremos en cambio ese acertado aumento de medidas que no solo le aporta una mayor presencia en carretera, sino que además otorga un mayor espacio a su interior. Respecto a su predecesor, aumenta 15 mm su longitud total -4.065 mm- y 10 mm la batalla -2.580 mm-, lo que contribuye a incrementar el espacio para las piernas hasta 1.070 mm delante y 850 mm detrás, y el espacio para hombros que ahora es mayor que en la mayoría de los coches de su clase: 1.375 mm delante y 1.355 detrás. Y aunque el nuevo Rio es 5 mm más bajo que el anterior, el hueco para la cabeza delante y detrás -1.020 mm y 964 mm respectivamente- está entre los mejores del segmento B. Y todo ello sin sacrificar un maletero que es 37 litros mayor -13% más- y alcanza los 325 litros de capacidad total.

Pero el habitáculo del nuevo Rio no sólo es más grande, sino también más cómodo y placentero para todos sus ocupantes. Y esto se debe en gran a que se ha prestado especial atención a la mejora del aislamiento de la cabina del ruido del viento, carretera y motor. Si bien este último punto sería el que menos dedicación precisaba por la suavidad y silencio con la que trabajan todos los propulsores disponibles para este modelo de la firma coreana.

Cuando llegue a los concesionarios en la primera semana de abril, se podrá escoger con dos motores gasolina y dos diésel. El más novedoso y a la vez uno de los que más nos gustó fue el propulsor de gasolina T-GDI. Se trata de un tricilíndrico de 1.0 litros que desarrolla 100 cv de potencia y que es capaz de ofrecer un consumo medio de 4,3 l/100 km. Tiene un comportamiento bastante suave y silencioso para su número impar de cilindros, y la entrega de potencia es más que suficiente para mover con soltura el Rio. No podemos decir lo miso del segundo motor gasolina, el 1.2 MPI de 1.2 litros y 84 cv, ya que en ocasiones, y sobre todo en bajas revoluciones, sufre más de la cuenta para propulsar al coche, debiendo de jugar más de la cuenta con el cambio manual de cinco marchas al que va ligado este motor.

Con respecto al diésel, habrá disponible un motor 1.4 CRDi con dos niveles de potencia: 70 y 90 cv. Durante la presentación solo probamos el más potente de los dos y lo cierto es que nos gustó mucho su comportamiento, destacando el compromiso que brinda entre potencia y consumo. Ambos motores cuentan con un cambio manual de seis relaciones, mientras que los gasolina disponen de una caja también manual pero de cinco velocidades.

Marcando goles en Estoril

Para comprobar el buen trabajo realizado sobre el chasis del Rio, Kia nos preparó unas divertidas y exigentes pruebas en el circuito de Estoril. La primera, para ver su estabilidad y fidelidad de dirección, consistió en un eslalon de conos que el coche completó sin apenas despeinarse. La segunda era una exigente frenada con esquiva sobre pavimento mojado, que también completamos sin dificultades gracias a los múltiples sistemas de seguridad que integra el coche. Y la última fue un divertida gymkana que finalizaba golpeando un gigantesco balón que debía entrar en una portería, y que nos sirvió para ver lo ágilmente que se puede mover este coche por ciudad.

En todas estas pruebas tenían un papel fundamental los sistemas que intervenían en la seguridad y ayuda a la conducción del coche, pero la vanguardia tecnológica también se extiende al área del infoentretenimiento y la conectividad, en los que el Rio hace gala de una dotación envidiable. En el centro del salpicadero está el nuevo sistema de infoentretenimiento de Kia. Este coche puede equipar una pantalla táctil de 5 pulgadas flotante para el sistema de sonido con seis altavoces. Los compradores también pueden optar por una pantalla táctil de 7 pulgadas y navegador, con los servicios de conectividad de Kia provistos por TomTom, así como Android Auto o Apple CarPlay para la integración de smartphone. Los servicios de conectividad de la marca, ofrecen una gama muy amplia de informaciones actualizadas, incluida información del tráfico en tiempo real, alerta sobre cámaras de velocidad, puntos de interés locales y previsiones meteorológicas, entre otros muchos servicios.