Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de utilizar el navegador es dónde colocarlo. No puede situado en cualquier parte del coche. Debe estar colocado estratégicamente para no reducir la visibilidad del conductor „si no se hace así, la multa puede ascender hasta los 200 euros„y siempre fijo al mecanismo oficial del fabricante, para evitar que se caiga provocando distracciones. Además, importante, se debe instalar donde no pueda taponar la salida del airbag en caso de accidente.

Para evitar cualquier despiste al volante, es preciso programar la ruta antes de comenzar a conducir o mientras el coche esté parado; de lo contrario, podemos ser sancionados con una multa de 200 euros y a la retirada de tres puntos en el carné. Distraerse durante sólo 3 segundos por manipular el navegador a una velocidad de 120 kilómetros por hora supone recorrer una distancia de más de 100 metros „un campo de fútbol„ y perderse cinco de cada diez señales.

Por el mismo motivo, conviene bloquear el uso del navegador mientras se conduce . Por supuesto, hay que seguir las indicaciones por voz sin caer en la tentación de mirar la pantalla para así poder centrarse al 100% en el volante.

También es importante que al salir del coche, guardar el navegador en lugar seguro para que no quede al sol, ni sometido a altas temperaturas en el interior del coche, porque puede provocar daños en los componentes del sistema de navegación. Además se puede evitar así su robo con posibles daños al vehículo.

*El navegador debe situarse en un lugar fácilmente accesible para que su manejo sea sencillo. Además su ubicación no debe restar visibilidad al conducotor, lo que podría suponer un gran riesgo en la conducción debido al tamaño de estos aparatos.