El salón del automóvil de París no es una feria sobre coches más, ni mucho menos. Es uno de esos eventos a los que, si te dedicas al mundo de la automoción, debes ir al menos una vez en la vida. El Mondial de l´Automobile -que así se llama en realidad- es la quintaesencia de los eventos sobre automoción, la crème de la crème, el Everest de las ferias en la que todos quieren estar y nadie se quiere perder. Y sí, también están Frankfurt y Ginebra, pero qué quieren que les diga: París es diferente.

Como es fácil de imaginar, las firmas francesas son las que echan el resto en el evento parisino. Renault, Citroën y Peugeot quieren ser protagonistas en ´su´ feria. Y es que jugar en casa te obliga a ganar el partido, a ser mejor que el resto, especialmente que tus vecinos de calle. Por esa razón Renault ha presentado en el Salón de París, en primicia mundial, algunos modelos que no han parado de provocar la sorpresa de la prensa especializada internacional y de los visitantes que desde ayer están inundando la Paris Expo, en los maravillosos entornos del palacio de Versalles.

Pero si algo está destacando de la edición de este año es que está siendo la del coche eléctrico. Renault ha hecho saltar la banca con su nuevo Zoe, con una autonomía teórica de 400 kilómetros que son más que suficientes para un vehículo compacto pensado más para su uso en ciudad que para grandes distancias. Pese a que nada se ha dicho de forma oficial, en los salones parisinos el rumor de que Nissan está a punto de anunciar un Leaf, el coche eléctrico más vendido del mundo, con una autonomía de 500 kilómetros es considerado por muchos como una realidad. Mientras tanto, el resto de marcas presentes en París tienen en sus estands uno o varios vehículos eléctricos, ya sean concept cars o vehículos de producción con mayor o menor autonomía.

Sobre los coches del mañana, en París se está viendo una buena muestra de lo que nos llegará a lo largo de los próximos años. Diseños futuristas, líneas que casan a la perfección con la naturaleza, y la propulsión eléctrica como denominador común hacen que todo apunte a que los combustibles fósiles van camino de ser una forma de propulsión destinada únicamente a los grandes vehículos terrestres, aéreos y marítimos. Los coches serán eléctricos.

Eléctricos y autónomos. Las alianzas que se han anunciado estos días en París entre distintos fabricantes de automóviles y empresas tecnológicas dejan entrever que la carrera por llegar el primero al coche totalmente autónomo ha empezado. Por el momento no hay nadie en cabeza, pero los consumidores estamos ansiosos por ver cuál será el primer coche de calle 100% eléctrico y autónomo. Se admiten apuestas.