Una maniobra sencilla pero que puede evitarnos costosas reparaciones, es mirar el nivel de aceite del coche. Para hacerlo, éste debe estar colocado sobre una superficie recta (no en pendiente) y con el motor parado y en frío, ya que el calor dilataría el lubricante y podría dar una medición errónea. En el motor siempre hay una varilla de un color vistoso (amarillo, naranja...) que permite medir el nivel del aceite. Sólo hay que estirarla y comprobar que la marca del líquido se encuentre entre el nivel mínimo y máximo permitido. Hay que realizar varias mediciones ya que la primera no es muy fiable.

Ni al mínimo ni al máximo

Si la marca estuviese por debajo del mínimo habría que rellenar el depósito con el aceite recomendado por el fabricante del vehículo. Para ello, tan sólo habría que retirar el tapón que tiene el dibujo con una aceitera (mecánica, no doméstica) y verter una pequeña cantidad. Pasados un par de minutos se comprobará si es suficiente. de no ser así se repetiría esta maniobra cuantas veces fuese necesario. Hay que hacerlo poco a poco ya que se se pasa el nivel máximo también puede ser muy perjudicial para el motor, acarreando en el peor de los casos costosas resparaciones.

*Sencilla maniobra

La varilla que mide el aceite es fácilmente reconocible una vez se abre el capó ya que suele tener una agarradera circular de color vistoso. En la mayoría de ocasiones es de color amarillo, pero también puede ser naranja o verde.