Escribir sobre coches es un trabajo satisfactorio. Te llena. Y en ocasiones tienes que remangarte para conseguir sacarle todo el jugo a un vehículo y comprobar si realmente todo es tan bonito como parece. Esta ha sido una de esas ocasiones.

Para saber cuál es el rendimiento real de la primera pick up que ha salido jamás de la factoría Fiat había que ponerse el traje de faena y sudar un poco. Y es que la italiana Fullback está pensada para trabajar duro, pero eso sí, con clase. Con mucha clase.

El rancho Can Conet de Sant Jordi nos sirvió de duro banco de pruebas para un vehículo que se siente igual de cómodo rodando por la ciudad o siendo cargado por numerosas balas de paja y subiendo empinadas pendientes gracias a su tracción a las cuatro ruedas.

Disponible con dos cabinas, extendida y doble, la unidad que probamos montaba el motor más potente, el 2.4 diésel de 181 caballos y cambio manual de seis velocidades además de la cabina doble. Su potencia fue más que suficiente para poder llevar la cabina cargada totalmente sin que se apreciara en ningún momento el más mínimo síntoma de agotamiento o falta de rendimiento. El remolque, con una capacidad de carga de 3.100 Kg. es amplio, con una puerta generosa y capaz de soportar por sí misma la carga de pesos importantes, como por ejemplo varios sacos de cemento.

La sorprendente Fiat Fullback, cuyo diseño nos es muy familiar, fue presentada en el Salón de Dubái a finales del pasado año, y el revuelo que levantó está más que justificado ya que estamos ante un vehículo perfecto para profesionales que necesitan poder acarrear cargas medias en su día a día y poder usar el mismo vehículo durante el fin de semana. Lo único que hace falta para transformarlo por completo es pasarla por el túnel de lavado y dejarla reluciente.

Esto se debe a que la Fiat Fullback es tan manejable como un coche normal. Bueno, salvando el hecho de que estamos hablando de un tamaño mucho mayor al habitual, su conducción es suave y su maniobrabilidad soberbia. Sorprende cómo se conduce por calles estrechas con coches aparcados a ambos lados, ya que su posición de conducción más elevada hace que llevar entre manos un vehículo más pesado, largo y ancho de lo normal no sea mayor problema.

MEJORAS TECNOLÓGICAS

Entre los muchos aspectos que destacan de este vehículo industrial de Fiat están los avances tecnológicos que incorpora. Hay que destacar su cámara de visión trasera, que se activa al accionar la marcha atrás. Esta cámara hace que veamos en la pantalla táctil del sistema multimedia todo lo que está ocurriendo detrás nuestro cuando vamos a aparcar, y puedo asegurar que es algo muy de agradecer. Cuando se trata de estacionar un vehículo de más de cinco metros de longitud en cordón, y la distancia entre los otros coches no es excesiva, cualquier ayuda es poca. Y tener una cámara de visión trasera es, sencillamente, una bendición.

El sistema multimedia del vehículo está controlado por una pantalla táctil desde la que se puede controlar tanto la radio como el sistema GPS o la conexión Bluetooth con múltiples dispositivos, ya sea un iPhone, un iPad o cualquier teléfono o tableta Android.

El modelo que pudimos probar venía con tracción a las cuatro ruedas y sus diferentes opciones se accionaban a través de un cómodo selector digital situado en la consola central, cerca del freno de mano. Su accionamiento es simple, y permite usarse ´en caliente´ incluso con el vehículo circulando. El cambio del tipo de tracción se queda ´en reposo´ hasta que el coche se detiene, momento en el que se cambia de forma automática, sin necesidad de hacer nada más. Por supuesto, la Fiat Fullback incluye los más avanzados sistemas de seguridad activa y pasiva existentes, además de un magnífico ordenador de a bordo.

Su habitáculo es generoso, y los pasajeros disponen de mucho más espacio que en un vehículo normal, lo que convierten a la Fiat Fullback en un vehículo ideal también para llevar a la familia. Y un detalle: su nivel de insonorización es sorprendente. No cabe duda: Fiat ha construido un vehículo para trabajar que también hará las delicias cuando uno está fuera del trabajo.