Lucir una melena lisa es el sueño de muchas mujeres y para lograrlo, la plancha se convierte en un aliado indispensable. Pero manejarla correctamente sin dañar el pelo no es tan fácil como parece y es muy común acabar pifiándola en algún momento del planchado.

Para que esto no suceda, los siguientes consejos te ayudarán a no cometer estos errores que pueden dañar el brillo y el movimiento del cabello.

Elegir la plancha más cara

Las planchas más caras del mercado no tienen por qué ser las mejores. Entre las de precio medio, hay muy buenas opciones. Elígela de titanio porque se calienta rápido y al tener que pasar la plancha menos veces por el mechón, estropea menos el pelo.

Optar por la plancha más grande

El tamaño de la plancha no tiene relación directa con su rendimiento; de hecho, muchas planchas pequeñas son muy buenas y ofrecen mejores resultados.

Utilizar demasiada temperatura

Dependiendo del tipo de pelo que se tenga habrá que aplicar una temperatura u otra. No siempre la más alta es la más resolutiva; demasiado calor aplicado en el pelo puede quemarlo, estropearlo y dejar una melena de lo más frágil.

Pasar muchas veces la plancha por el mismo mechón

No hay que exponer el pelo a altas temperaturas durante demasiado tiempo. Así que ahórrate pasar muchas veces la plancha por el mismo mechón de pelo.

No echarte el protector de calor

Antes de iniciar el planchado de tu pelo, aplica un protector térmico para paliar los daños que el calor provoca y evitar perjudicar las puntas.

Pasar la plancha muy deprisa

A la hora de pasarnos la plancha por los mechones es importante tener en cuenta la forma en la que lo hacemos para evitar el encrespamiento y no romper nuestro cabello.

Si lo haces deprisa puedes perjudicar tu cabello. Coloca la plancha lo más cerca posible de la raíz en un mechón de unos cuatro centímetros y vete deslizando hacia abajo de forma lenta pero sin pararte más de tres segundos, tanto si pretendes alisarlo como si haces una curva para dejarlo rizado.

Usarla con el pelo mojado

Es el peor error de todos. Antes de alisar hay que secar bien el pelo y preferiblemente al aire para quitarle la humedad y no cocerlo con la plancha. Seguro que alguna vez que has ido con prisa, te la has pasado con el pelo húmedo y has podido oír un chasquido como si se estuviese quemando. Este gesto deteriora la cutícula del cabello y pronto notarás un pelo castigado, así que seca y desenreda bien todos los mechones antes de comenzar a peinarte.

No limpiar las planchas con regularidad

Con el tiempo las placas de la plancha van acumulando restos del protector térmico que engrasan nuestro pelo. Por eso es importante que al menos cada quince días la limpiemos. Puedes hacerlo con unas toallitas húmedas cuando estén frías o incluso untarlas con la cera de una vela y luego pasarlas un paño humedecido en vinagre. También puedes dejarlas como nuevas con un poco de bicarbonato.