Teñirse el pelo es una solución de belleza que ya no se circunscribe a ninguna situación o género concreto, ya no sólo es privativo de las mujeres ni se hace únicamente para ocultar las canas. Pero, para ello, se emplean tintes que no son saludables al 100% para el cabello, si bien no están contraindicados.

Desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA) señalan que para la coloración capilar se emplean los tintes capilares y los decolorantes. "Un tinte cosmético es una sustancia capaz de transformar el color natural del cabello de forma temporal o permanente, eliminando parte del tono existente o añadiendo uno nuevo. El 70% de las mujeres del mundo tiñen sus cabellos, al menos una vez en su vida, y muchas lo hacen con regularidad", afirma.

La frecuencia del teñido del cabello dependerá del producto cosmético que se emplee y, para ello, se encontrará consejo en los embalajes de los tintes. "Este tiempo depende del tipo de tinte. Una frecuencia normal es teñirse cada 4-6 semanas", precisa.

El especialista de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) Carlos Morales Raya sostiene que "no tiene por qué ser malo teñirse el pelo", a no ser que se tenga alergia al tinte.

Según explica, para que el tinte capilar pueda ejercer su efecto tiene que romper la cutícula del pelo para poder penetrar, a través de un proceso de poración, impulsado por el empleo del amoniaco.

"En este proceso la cutícula se ve dañada. Por lo que 100% bueno no es. A través de esos poros creados en la capa más externa del pelo entran los compuestos del peróxido responsable de la coloración. Este peróxido disuelve la melanina que contiene el tallo piloso fragmentándose. El segundo proceso tiene lugar con la oxidación de los compuestos responsables de la coloración, que son las aminas y los fenoles de los tintes, que al oxidarse le confieren el color deseado", añade.

Por otro lado, el dermatólogo del Grupo Pedro Jaén subraya que es mejor decantarse por tintes con menor concentración de peróxido de amoniaco, aunque eso conllevará una tinción más frecuente, o optar por teñirse con el tinte natural de henna, aunque según advierte, "es muy difícil encontrar henna pura".

Sobre los tintes naturales avisa de que estos suelen ser semipermanentes, no llevan amoniaco, pero sí contienen otras sustancias alcalinizantes que tampoco son muy favorecedoras para el pelo.

A su juicio, si puede evitarse el teñir el pelo siempre será más saludable para nuestra melena, si bien admite que tampoco supone un problema seguir colorándose el pelo. "Es mejor evitarlo, aunque todo depende de la carga emocional de tener canas. Hay que valorar el riesgo-beneficio", precisa.

Casos en los que no teñirse

Casos en los que no teñirse

No obstante, sí aconseja evitarlo en caso de alergia al tinte, así como en procesos inflamatorios del cuero cabelludo (psoriasis, dermatitis seborreica, por ejemplo), así como en el embarazo. En este último caso, el doctor Morales explica que un estudio epidemiológico realizado en Brasil demostró una incidencia mayor de leucemia en menores de dos años cuyas madres se habían teñido el pelo en el embarazo.

Eso sí, el experto del Hospital Ramón y Cajal de Madrid no ve inconveniente en que se proceda a la coloración del pelo durante la etapa de la lactancia materna al no percibir riesgo para el bebé.

Finalmente, el doctor Morales destaca que la relación que existe entre teñirse el pelo y la calvicie es falsa, ya que los tintes no tienen capacidad de dañar la raíz del folículo piloso. "La coloración no se recomienda en casos como la psoriasis o la dermatitis seborreica, así como en otras alopecias inflamatorias en fase activa porque al empeorar la dermatosis empeorara la alopecia causada por ésta, pero en sí el hecho de tintarse la melena no provoca alopecia", sentencia el especialista de la AEDV.