Durante muchos años, el perfilador de labios fue el peor enemigo de los 'looks beauty'. En los 90 y principios del 2000, había vivido su mayor esplendor, pero con el paso del tiempo lo acabamos aborreciendo. Hasta que, como todo en la moda, volvió a ser tendencia. Eso sí, ahora su manual de uso es diferente.

Si tu barra tiene mucho brillo. Servirá para contrarrestar el brillo, pero también para mantener durante más tiempo el color. Maquilla los labios antes con un perfilador y luego con tu labial favorito.

Si tienes los labios finos. Marca el filo de los labios con un perfilador un poco más oscuro que tu labia si quieres ganar grosor; el efecto óptico así lo conseguirá. Y si aún quieres más volumen, aplica iluminar en el arco de cupido.

Si te quedas sin barra de labios o como sustituto. Los lápices labiales están hechos con una base mate como la de las barras de labios. Si quieres ahorrarte un cosmético, puedes comprar un perfilador, pero escoge uno que sea más grueso y con la punta suave para que no dañe los labios. Antes hidrata bien con bálsamo o vaselina.