Los activos derivados del vino y las flores son cada vez más valorados en las fórmulas cosméticas. Con un elevado porcentaje de ingredientes naturales, combinan un hedonismo que se transmite a través de sensaciones y aromas con sus propiedades innatas para proteger y cuidar la piel.

Los polifenoles de pepitas de uva, que se extraen de uvas rojas frescas justo después del prensado, son unas moléculas que destacan por una acción antioxidante hasta 50 veces superior a la vitamina E, el activo de referencia. Se usan para inhibir la oxidación producida por los radicales libres - responsables de cuatro de cada cinco arrugas-, que se generan por la contaminación, el estrés, los rayos UV, el tabaco o una mala alimentación. También protegen la calidad y cantidad de sustancias que determinan la juventud de la piel, como el ácido hialurónico, la elastina o el colágeno.

Los antioxidantes mejoran su rendimiento combinándose entre sí, por lo que conviene buscar productos que incluyan más de uno. Las vitaminas E y C son dos grandes comodines para aumentar su eficacia.

"El resveratrol es un complemento perfecto para esta época del año. Un antioxidante diez", afirma la esteticista Carmen Navarro. Es una sustancia que la vid produce para protegerse de los rigores del clima y llegar a vivir cien años, por lo que se la conoce como "la molécula de la longevidad". Sus propiedades antienvejecimiento ayudan a mejorar la firmeza y a redensificar la piel que, con el paso de los años, tiende a afinarse y a perder volumen.

Cosméticos a base de vino y rosas

  • 1. Contorno de ojos y labios con un dúo antioxidante (polifenoles de pepitas de uva y vitamina C estabilizada). Descongestiona, alisa y atenúa ojeras. Crema de ojos y labios antiarrugas, 15ml. 29,44 euros. Caudalie.
  • 2. Perfume con los aromas del vino blanco, en concreto de la uva gewürztraminer, aromatizados con lichi, rosa y bergamota para traducirlos en perfume. Se vende solo o acompañado de una botella de vino en bodegas y tiendas especializadas. Viñas del Vero. 39,95 euros. Con vino, 49,94 euros.
  • 3. Aceite de ducha nutritivo y basado en los principios del ayuryeda, Por su suavidad, es perfecto para lavados frecuentes. Contiene rosa india y aceite de almendras y deja la piel perfumada y muy bien hidratada. Shanti Shower. 8,50 euros. Rituals.
  • 4. Aceite de rosa mosqueta. Ayuda a cicatrizar heridas y aumenta la elasticidad de la piel. Con aplicador en spray para el cuerpo y cuentagotas para añadir a la crema habitual. 30ml, 13,50 euros. Arkopharma.
  • 5. Crema corporal hidratante de rosas, enriquecida con manteca de karité. 4,40 euros. Jeanne en Provence.
  • 6. Crema facial hidratante, reafirmante, nutritiva y antiedad con vitamina E, ácido hialurónico, vitis vinífera y resveratrol. Evita la formación de radicales libres. 45 euros. Aspolvit.
  • 7. Champú de aceite de rosa para aportar confort y brillo al cabello y cuero cabelludo. Deja el pelo oliendo a rosas. 10,10 euros. BC Miracle Rose Oil. Schwarzkopf.
  • 8. Sérum regenerador con resveratrol y extracto de olivo. Antiox, 9,40 euros. La Chinata.

En el terreno más lúdico, los tratamientos de vinoterapia son ya un clásico de los spas ubicados en tierras vinícolas. Envolturas a base de uva para tonificar los músculos, exfoliación con las pepitas del fruto, baños a la uva negra? Son muy sensoriales, ayudan a desconectar la mente y a preparar el cuerpo para al verano.

La rosa, ya en plenitud en los jardines, no se limita a ser la reina de los perfumes y gana protagonismo en el cuidado de la piel. No hay que dejarse engañar por su aparente delicadeza porque algunas variedades son capaces de crecer en acantilados, aguantando vientos y mareas. Cada rosa tiene propiedades y fragancias distintas. Las más utilizadas en cosmética son la rosa damascena, que se cultiva principalmente en Bulgaria y Turquía; y la centifolia, que crece sobre todo en Francia -las de Grasse son muy cotizadas- y tiene un papel muy destacado en la elaboración de perfumes.

Tienen una presencia importante en productos de inspiración natural, pero también en fórmulas antiedad muy sofisticadas, que aúnan la investigación con tecnología punta y el cultivo artesanal de la flor.

En aceites esenciales, la más multifuncional es la rosa mosqueta, que muchas mujeres descubren por recomendación médica para tratar la cicatriz después de una cesárea. Es un buen activo para aumentar la elasticidad de la piel, así como para prevenir estrías que, una vez hacen su aparición, son difíciles de borrar.