El desfile de los 50 años de Pronovias ha coronado a la "top model" Karolina Kurkova, amiga de la casa y una entusiasta de sus vestidos, como la musa de la firma, y ha servido además para dar la bienvenida al futuro.

Una Karolina Kourkova espléndida arrancó la pasarela con un vestido de novia de línea sirena de tul bordado con microgranito y pedrería, como encaje de Chantilly, y con un escote transparente de tul, también bordado que parecía plumeti, que dejaba los hombros al aire.

El escenario de la pasarela, a la que han llamado "La fábrica de los sueños", ha sido una réplica del nuevo edificio que Pronovias ha comprado en Sevilla, llamado "La Ciudad de Londres", patrimonio histórico artístico de la humanidad y obra del arquitecto español José Espiau, que tiene más de mil metros cuadrados en cinco plantas, y que abrirá sus puertas en octubre.

Antes de arrancar el desfile, en el que han participado algunas de las modelos más importantes de las pasarelas internacionales como Ymre Stiekema, Kristina Romanova, Theres Alexandersson y Samantha Gradoville, sobre la fachada, de estilo mudéjar, se ha proyectado un "mapping" en 3D, con imágenes de la historia de la fima y con sombras que simulaban a las personas que trabajan para Pronovias.

Más de 2.000 personas de todo el mundo han visto el desfile, en el que ha brillado la nueva colección Atelier Pronovias, inspirada en la larga trayectoria de la compañía, y que incorpora elementos nuevos como los "separates", una apuesta muy fuerte por los diseños formados por cuerpo y falda.

La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna; el conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig; el alcalde de Barcelona, Xavier Trías, y representantes del mundo empresarial, cultural, social y de la moda han asistido al desfile, en el que había muchas caras conocidas de las revistas de corazón como Ana Boyer, Bar Rafaeli, Lily Costner, Camila Alves, Vanesa Lorenzo o Lidia de Borbón.

El presidente de Pronovias, Alberto Palatchi, ha hecho de perfecto anfitrión y ha recibido a todos los invitados en la puerta del Pabellón Italiano de la Fira de Barcelona, donde ha tenido lugar el desfile, y en una breve intervención ha recordado la trayectoria de la casa y ha afirmado que han sido 50 años maravillosos y que quiere seguir haciendo los vestidos de novia más bonitos del mundo.

Sobre la pasarela también se han visto vestidos joya donde la pedrería es la protagonista absoluta, así como los vestidos cortos y los clásicos vestidos camiseros, una creación del que fue director creativo de la casa durante 23 años, Manuel Mota, que siguen siendo tendencia absoluta.

Hechos de ricos tejidos como encajes franceses de Chantilly, mikados, crepes, brocados o dupión de seda, las modelos han vestido trajes de novia inspirados en los que llevaban las grandes estrellas de Hollywood de los años 30 y 40.

Pronovias ha presentado además una colección en la que ha experimentado con nuevas técnicas para conseguir volúmenes sin peso, y en la que ha trabajado con nuevos bordados y materiales como los vestidos "Crystal Collection", y con una nueva gama de colores pastel que va más allá del blanco puro hasta llegar al siena.

Al desfile ha tenido un emotivo final, ya que Karolina Kurkova ha salido a la pasarela con un vestido lleno de transparencias y en compañía de todo el personal de la casa, como costureras, planchadoras y demás.