Los gatos son animales muy independientes y, a diferencia de los perros, cuando están enfermos son algo más discretos. Por ello, es imprescindible conocer cuáles son los síntomas que deben alertarte porque significan que algo no va bien.

Los gatos dividen su actividad diaria en comer, dormir y jugar y son muy rutinarios, por lo que los expertos indican que si alguna de estas acciones se ve alterada, probablemente se deba a que están enfermos.

Así, conocer las costumbres y necesidades de tu animal es básico para poder identificar cuándo algo va mal.

En el caso de que tu felino presente alguno de estos síntomas, llévale al veterinario inmediatamente.

¿Cuáles son los síntomas que deben alertarnos?

Apetito

Los cambios en el apetito son indicadores de que el felino no está bien. Los vómitos, el letargo, la diarrea y la pérdida de peso son signos de enfermedad. Al contrario, un mayor apetito también puede ser identidad de mayor actividad tiroidea, diabetes o problemas intestinales.

Fiebre

El hocico seco y caliente suele ser el indicador de que un gato tiene fiebre. Si ya tienes experiencia, puedes tomarle la temperatura anal a tu gato, pero si no lo has hecho nunca, llévale al veterinario. La temperatura debe oscilar entre los 37,5 °C y los 39 °C, por lo que si supera los 39 °C, su estado será febril y hay que acudir al veterinario lo antes posible porque es muy probable que tenga una infección.

Orina y heces diferentes a lo normal

Controlar la orina y las heces de tu mascota es imprescindible porque si tiene algún problema, mostrará problemas para orinar e incluso lo hará fuera del arenero. En el caso de las heces, si tiene diarrea, mancha sangre, es de color negro, tiene mucosa o está más de dos días sin defecar, hay que llevarle al veterinario.

Vómitos y mareos

Que un gato expulse bolas de pelo es completamente normal, pero si lo hace de forma habitual y aumenta, es necesario llevarle al veterinario para una revisión. Si vomita comida o sangre, puede ser una señal y síntoma de problemas intestinales, renales o de hígado. Las náuseas sin vómito recurrentes también son un signo de intoxicación o infección del tracto intestinal.

Piel y pelaje

Un acicalado exagerado, arañazos, costras en la piel o una caída de pelo excesiva son síntomas de una enfermedad en la piel. Incluso si observas algún tipo de supuración marrón o enrojecimiento de las orejas, llévale al veterinario.

Ronroneo

El ronroneo y el maullido son las formas que tienen los gatos de comunicarse con los humanos y, si observamos algo extraño en estos, probablemente indique que hay un problema. Si el ronroneo es muy ruidoso es posible que nos esté indicando que algo va mal para que le ayudemos.

Mal aliento

La salud dental es un factor muy importante en la salud de los gatos. Si presenta enrojecimiento en la boca o alrededor de ella, inflamación en las encías o mal aliento, podría tener una enfermedad bucal.

Respiración

Si le cuesta respirar, jadea, respira rápidamente, tose o hace ruido al respirar, es probable que tenga problemas respiratorios graves que deben ser tratados urgentemente.

Aumento de la ingesta de agua

La diabetes, las dolencias renales y otras patologías graves también se manifiestan a través del aumento de ingesta de agua de los felinos.

Ojos

El parpadeo excesivo y el enrojecimiento de los ojos son síntomas de algún problema subyacente y hay que llevarle al veterinario.

Rascado excesivo

El rascado excesivo significa que el felino tiene parásitos como pulgas, que son bastante frecuentes. La primavera es el momento indicado para proteger al gato con un collar antiparásitos o pipeta para prevenir y evitar que tenga parásitos. Si la situación es grave y no sabemos cómo controlarlo, debemos llevarlo al veterinario.