Los gatos tienen la imagen de ser ariscos, aunque no tiene por qué ser así, muchos son cariñosos, adorables y tienen aspecto inocente. Sin embargo, estos suelen ser los felinos domésticos. Los que viven en la calle pueden parecer algo más amenazantes porque bufan y tienen un aspecto más descuidado.

Lo cierto es que si un gato nos muerde, puede significar un peligro para nuestra salud. Aunque casi nunca supondrá una enfermedad grave, los felinos son capaces de contagiar algunos trastornos. Por ese motivo, debemos ser precavidos con los que encontramos por la calle y no acercarnos demasiado para evitar sustos.

Si te muerde o araña un gato lo primero que debes hacer es lavarte con agua y jabón para eliminar los restos se saliva. Después, cuando la hayas secado, usa agua oxigenada para desinfectar la herida. En el caso de que empieces a tener síntomas extraños, acude al médico inmediatamente.

En el caso de que sea un arañazo o una mordedura de una de tus mascotas, probablemente no tengas ningún problema, siempre y cuando tenga una higiene adecuada, con las vacunas y visitas al veterinario en regla.

Te explicamos qué enfermedades podría contagiarnos un gato callejero o que es insalubre:

Bartolenosis o enfermedad del arañazo de gato

A través de los arañazos o mordeduras, los felinos son capaces de transmitir una enfermedad llamada bartolenosis, más conocida como enfermedad del arañazo de gato. Esta se produce por la bacteria Bartonella henselae y los síntomas suelen ser: fatiga, fiebre o malestar general, además del enrojecimiento o inflamación de la zona afectada. Con tratamiento puede curarse sin problema, además no se transmite entre humanos.

Rabia

La rabia felina es un virus que está presente en la saliva, por lo que las mordeduras son las principales vías de contagio. En los gatos es muy grave y puede provocar la muerte del animal. En el caso de que te hayas contagiado de rabia, tendrás mucha sensibilidad en el lugar donde has recibido el mordisco, babeo, convulsiones, cambios en el estado de ánimo, náuseas y vómitos, fiebre, entre otros.

Infecciones

Si te muerde un gato, la herida podría infectarse, sobre todo si es grave y no la tratas adecuadamente. Si observas que hay hinchazón y dolor continuado, deberás acudir a tu médico.

Otra manera de contagiarse de alguna enfermedad son las heces de los felinos, que también son un foco de enfermedades para los humanos