Los gatos son animales con una gran personalidad que se convierten en los amos de la casa por su gran agilidad e independencia. Estos animales son capaces de dar grandes saltos, escalar zonas altas de la casa y asomarse por las ventanas sin ningún tipo de temor. Sin embargo, son bastante sensibles y hay cosas que los felinos odian, que les asustan y que les ponen muy nerviosos.

Puede que nos encontremos en la situación en la que nuestra mascota se ponga muy nerviosa, lo sabremos porque saldrá corriendo, se le erizará el pelo, tendrá las pupilas dilatadas, los bigotes rígidos e inclinados hacia atrás, las orejas aplanadas contra la cabeza, la postura encorvada, gruñirá o se le retraerán los labios. En cualquiera de estos casos, hay soluciones para tranquilizar a nuestro gato.

No te pongas nervioso

Es importante que si nuestro gato actúa muy inquieto, nosotros mantengamos la calma. Debemos hablarle con cariño, acercarnos a él, esperar a que se tranquilice y acariciarlo si se deja.

También resulta muy positivo asociar una palabra a la tranquilidad del felino. Cuando se encuentre descansando y tranquilo, podemos acariciarle mientras pronunciamos una palabra clave. Si lo llevamos a cabo en repetidas ocasiones, nuestra mascota asociará esa palabra a un estado de relajación y será más fácil llevarlo hacia este en un momento de estrés.

Acércale algo de comida

Otro movimiento que puedes realizar ante estos casos, si no consigues que se acerque a ti, es ofrecerle comida húmeda porque el sabor y el olor son muy atractivos para él. Por eso, cuando se aproxime a comerla, puedes aprovechar y acariciarle la cara pasando un dedo por su nariz. Si parece incómodo, es mejor parar.

Dale su juguete favorito

Una opción, para que fije su atención en otra cosa que nos sea lo que le asusta, es darle su juguete o peluche favorito, se pondrá a jugar con él y olvidará lo que ocurre a su al rededor.

Puede ser síntoma de un problema mayor

Si tu felino es extremadamente asustadizo, es posible que algo no esté bien o que estés haciendo algo mal sin darte cuenta. Detecta si ha habido algún cambio sustancial en su entorno o algún objeto o ruido recurrente que le esté provocando estrés.